ℓα ƒιєѕτα ∂є ℓοѕ ριℓαяєѕ~

Prólogo

Primero que todo muchas gracias por el apoyo a todos los fics que he escrito en todo momento. Espero sean de su agradó y empiezo este proyecto nuevo.

Será algo tardado su actualización pero, me esforzaré para que les ayude a pasar un buen rato.

Les aclaró, lamentó los errores que haya, ortográficos y de mala redacción. Me esforzaré por mejorar.

Kimetsu no Yaiba no me pertenece en lo absoluto si no a su autora, Koyoharu Gotouge.

También éste es un AU, tal vez los personajes adopten personalidades muy OOC, no lo hago con la intención de que no les guste el fic, si no para hacer un poco interesante todo éste momento.

Sin más que decir, disfruten la lectura.

★★★★★★★★★★★★★★★★★★★

La familia Ubuyashiki era la una de las más poderosa, rica y además más bondadosa de la región. Cada año organizaban una pequeña fiesta en colaboración a sus fundaciones para hacer donativos a esta causa noble de, pequeños cazadores que habían perdido a sus familias en algún trágico accidente. Gracias a sus influencias podía organizar este tipo de fiestas a benefició de los más desdichados, su poderosa carta eran sus nueve pilares.

Nueve familias prodigias que tenían tanto poder que al llegar este día, podían adoptar a niños llegados al orfanato de la familia anfitriona, algunos pilares fueron niños huérfanos que tuvieron la suerte de tener una segunda oportunidad entre ellos estaba, Tomioka Giyuu.

Un hombre de alrededor de 27 años que había heredado las presas de agua potable en la cuidad, agua destilada y más. Bien vestido con un traje negro, camisa azul marino como sus ojos y su cabello amarrado en una cola de caballo baja. Reloj de marca y zapatos de vestir tipo mocasines del mismo color que el traje.

Se sentía un tanto nostálgico al ver todo el lugar ahora como cabeza de la familia, veía a los niños correr por el Salón, sonriendo y comiendo pasteles que estaban servidos en la mesa central.

-Giyuu.

-Nee-san, ¿Rengoku no vino contigo?

-Giyuu, recuerda que hace tres meses soy Rengoku. Llámalo Kyojuro, como él te llamá Giyuu.

-Lo siento Nee-san, ¿Tu embarazo surge bien?

Giyuu tenía miedo de tocar su vientre, pero su hermana le acercó su mano, sintiendo un poco extraño ya qué. No era de expresar tanto pero, ver a su hermana ser feliz por fin le daba un poco de satisfacción su matrimonio. Después de todo el sufrimiento siempre hay algún rayo de sol iluminando un día nublado.

Su noche iba marchando de maravilla, pasar tiempo con su hermana después de todo el ajetreo de la boda con ““el pilar de la llama” lo llamaban así porque, es el heredero de la familia Rengoku, propietarios dela fábrica de hornos más grande de Japón.

Eran cerca de las 11:00 pm y los aludidos se tuvieron que reitrar, Tsutako había sido avisada que su embarazo debía de ser monitoreado al cien. No querían que le pasará nada a ella, siendo Kyojuro y Giyuu muy sobre protectores con la chica.

No le quedó de otra a Giyuu que ir a la barra de bebidas, pidió un whisky para poder empezar a relajarse. No se dio cuenta cuando una chica de baja estatura se sentó a su lado.

-Ara Ara Tomioka-san~

Su dulce jugueteo se vio presente en sus palabras, el azabache volteó a ver a la pilar a su lado. Su especialidad era la medicina así qué, después de que su hermana se casará le fue heredado el laboratorio farmacéutico de los Kocho. Shinobu Kocho hacía su aparición.

-Kocho, ¿Cuánto tiempo?

-Tan cortante como siempre, bueno será momento de que me relaje.

No dijo nada más, siguió tomando su whisky y vio que la chica con broche de mariposa pedía un Martini seco, empezaría a relajar los músculos de sus hombros a espalda.

El ligero labial en la comisura de sus labios empezó a tocar la punta de la copa, dejando un tenue color rosa en está. Apenas la noche empezaba para este par y tal vez, más cosas les esperaba más adelante.

Su compañera pilar era conocida en el mundo como la farmacologa más destacable en la rama, los laboratorios farmacéuticos fueron heredados a ella hace poco. Ya qué sus padres habían muerto a causa de un asesinato doble y masacrable por los enemigos de los pilares.

-Lamentó lo de tus padres, Kocho.

-Apreció tu pésame Tomioka-san... -Se notaba el tinte de tristeza en su rostro en marcado.

Conocía perfectamente a esta chica desde que llegó a éste evento hace varios años, por azares del destino él y su hermana quedaron huérfanos gracias a un accidente automovilístico que sufrieron sus padres.

En su primera fiesta pudo ver que su hermana se acoplaba a todo este ambiente, él estaba asustado.

-Hola jóven.

-Hola Señor.

La persona que veía era un señor de madura edad, cara tranquila y podía sentir su amabilidad en el ambiente.

-¿Por qué estas triste?

-Hace unos meses perdimos a nuestros padres, Nee-san se acoplaba a todo esto, yo tengo miedo señor.

-No debes de tener miedo, ni siquiera a la muerte, podría quedarme junto a tí un momento dime, ¿Cómo te llamas?

-Giyuu, Tomioka Giyuu.

-Muy bien Giyuu-san, ¿Quiéres acompañarme a comer pastel?

El niño no lo pensó más, pudo platicar con el que sería su abuelo político. La tranquilidad, calma y amabilidad en él lo reconfortaba, pareciera que volvió a encontrar su hogar.

-Giyuu-san, soy el pilar del agua en éste recinto, ¿Quisieran tu y tu hermana ser parte de mi familia?

Sus orbes azules se iluminaron, teniendo una leve cristalización y comenzando a brotar sobre sus mejillas lágrimas. Esas lágrimas que se habían escondido desde la muerte de sus padres, esas lágrimas que se guardaron cuando todo acabó, salieron a la luz al ver a la única persona que le preocupaba.

Se lanzó hacía el llorando en su hombro y asintiendo. Por fin podría volver a sentir el calor de una familia, otra vez.