Cupid Job.

Capitulo 1.

Sirius se encuentra caminando de forma tranquila por los pasillos, saludando distraídamente a las personas que llamaban su atención, pero manteniendo su vista alerta, en busca del pequeño chico que se había mantenido oculto de su radar todo ese fin de semana.

No es difícil encontrarlo, no cuando ríe de esa forma tan dulce entre las pláticas de una pequeña bola de amigos.

Si le preguntan, al Gryffindor no le importa robarse al chico sin saludo o advertencia alguna. Era Sirius Black, el no preguntaba antes de alejar a alguien de sus amigos. No cuando ciertamente se consideraba más importante que la mitad de ellos.

— ¿Que su...? — Las palabras del más bajo se ven cortadas cuando finalmente encara a su secuestrador, y es cuestión de tres segundos para que su rostro se torne tres tonos más rosados y una sonrisa algo tímida y nerviosa se plante en sus labios — Hola Sirius — Intenta retroceder ante la cercanía del contrario, sin embargo este toma su brazo con un poco más de fuerza pero sin llegar a ser incómoda, evitando así que se aleje más de lo debido.

— Hola ojitos — Sirius se inclina depositando un suave beso contra la mejilla derecha del contrario, y basta con tan solo dos segundos para que el rosa suba dos tonos en su rostro.

— ¿Que pasa? — Harry pregunta, con una tranquilidad bastante desequilibrada con su apariencia, tan sonrojada y nerviosa.

— Harry, sabes que eres un gran chico, ¿no? — Pregunta, recargando una de sus manos en la pared para acorralar al más joven contra esta.

Y eso no ayuda en nada al chico.

— Uhm, ¿si? — Ante la duda impresa en el rostro ajeno Sirius sabe que debe ser más claro.

— Escucha, eres un chico bastante lindo, créeme — Eso no es algo difícil de admitir, era lindo, el chico más lindo que había visto nunca si Sirius se ponía a analizarlo (No lo haría)  — También eres listo y adorable, es decir mírate — Lleva su dedo índice a la nariz respingada del más bajo, dando un toquecito que logra desenfocar los ojos del contrario al seguir el movimiento — Podrías conquistar a cualquier chico si te lo propones, lo sabes ¿no? — Pregunta esta vez sin apartar la mirada de su rostro.

Harry siente su corazón latir con algo de fuerza. Sirius creía que era lindo e inteligente. Era el mejor cumplido que le había dado.

Es decir, había recibido cumplido antes, mucho más lindos y significativos probablemente, pero ninguno de ellos provenían de Sirius. ¿Acaso Sirius no merecía puntos extra solo por ser él?

— Creo que entiendo — Suelta una pequeña risa sin buscar una salida como lo había estado haciendo.

La noche anterior se le había declarado a Sirius, con un par de bebidas en su sistema y ante el coqueteo que él contrario le había mantenido. Esa mañana ciertamente creyó que el contrario ni siquiera recordaría o le tomaría importancia, eso recordando haberle visto tendido sobre el suelo antes de irse a dormir, pero ahora... con el ahí, acorralándole y dándole cumplidos simplemente solo podía entusiasmarse.

¿Que más podía significar?

— Claro, no tienes el arte del coqueteo, algo que me parece sumamente tierno de ti, pero para eso estoy aquí, si entiendes a lo que voy, ¿no? — Bien, estaba perdido, completa y absolutamente perdido, Harry no tenia ni la más mínima idea de qué demonios hablaba. Creía que estaban en la misma pagina, pero ahora no estaba tan seguro.

Sirius sin embargo mantiene su sonrisa de lado y su posición, esperando la sonrisa emocionada del chico y el abrazo de agradecimiento. Los abrazos del pequeño Potter siempre habían sido sus favoritos, eran suaves, cálidos y reconfortantes. Como una taza de chocolate caliente en invierno o aquel momento de descanso luego de un día ajetreado.