Cupid Job.

Extra.

—¡Solo tienes que acercarte por el amor a Merlin! ¿Qué tan difícil para el extrovertido Sirius debe ser eso? —Regulus se quejó, sus manos desordenando su cabello por la frustración que sentía hacia el mayor.

—No me hables como si fuera idiota, sigo siendo mayor que tú y merezco respeto —le señala con su vaso—. ¿Quieres un poco?

—No demasiado, le prometí a Harry que no estaría bebiendo mucho —acepta, sentándose en una de las sillas de la barra mientras espera a que su hermano le sirva Whisky.

—Si si, grítame a la cara que tienes pareja, que todos tienen pareja menos yo —le entrega un vaso, sentándose a su lado luego de servirse más a sí mismo.

—No es mi culpa que no hagas ningún movimiento.

—¡Le caigo mal! —se excusa, sintiéndose mal diciendo aquello en voz alta.

—Por favor Sirius, le caes mal a todo mundo, ¿cuando eso te ha detenido? —se burla, tomando un buen trago para volver a hablar. No estaba intentando ser cruel, solo era Sirius sacándolo de quicio como siempre—. Escucha, puedes hacer esto. Ser tú mismo en el mejor sentido, intentar acercarte y mostrar interés o seguir cómo estás y esperar a que consiga pareja y te quedes llorando por unos años más —ofrece.

—No es tan fácil —el de cabello largo se queja.

—No, pero los resultados lo valen —señala, recordándole el lado positivo.

Y es entonces que la duda surge en la cabeza de Sirius.

—¿Tú cómo conquistaste a Harry? Dame un ejemplo de que hacer —y está curioso para ser sincero consigo mismo.

Hace un par de años habría odiado escuchar aquello, pero hoy no le afectaba en lo más mínimo. Le agradaba ver a su hermano y su amigo tan felices.

—No lo se —admite, sonriendo un poco para sí mismo—. Me gustaba. Harry era lindo y agradable, le caía bien a todo el mundo aunque este no lo intentara realmente. Teníamos cosas en común, es poderoso y no se deja intimidar, me gustaba su personalidad. Me di cuenta de que era el chico ideal para mi, pero nunca intenté acercarme, sabía que le gustabas tu. Yo conocía a sus amigos y sus gustos, podía intentar conquistarlo. Pero no quería arruinarlo así que espere, porque eventualmente tú lo arruinarías —confiesa.

—¿Sabias que lo arruinaría? Me tienes mucha fe —se queja, sin embargo luce interesado en lo que su hermano tiene para decir.

—Un día Barty se me acercó y me dijo que Harry se te había declarado pero tal vez tú no lo recordarías porque estabas muy ebrio. Recuerdo que sentí que finalmente había llegado mi oportunidad. Y sentí pánico, porque si iba muy rápido tal vez lo asustaría, pero si iba demasiado lento podía perderlo —hace una pequeña mueca—. Así que me mentalice, tenía que ser yo mismo, quería gustarle por quien soy y no por una imagen creada para agradarle. Un par de días después lo colocaste frente a mi.

—Cuando le conté a Harry mi plan lucía molesto, recuerdo que intento decirme algo, y yo lo detuve. Quería que funcionara para ustedes, así que no lo deje hablar —relame sus labios antes de beber un poco mas—. Por más que me haya gustado a mi.

—Al principio comencé a hacerme su amigo, quería que me tuviera confianza, no quería manipularlo para que te olvidara. Sabía que en dado caso de que abrieras lo ojos y él te escogiera a ti, debía aceptarlo —chasquea la lengua—. Por más que te hubiera odiado después.

—¿Me habrías odiado? —pregunta, incluso si no espera realmente una respuesta de aquello. Preguntándose mentalmente una cosa, ¿que habría pasado si Harry y él hubieran comenzado a salir?