Capítulo 2

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26.11.2021

[...]

Bahiyyih estaba guardando sus cosas en su casillero mientras se preparaba mentalmente para hablar con Myah.

Ya sabía más o menos cómo se presentaría y tenía varios temas de conversación, ahora lo único que faltaba era ponerlo en práctica.

Buscó a Myah con la mirada y para su suerte estaba ahí, en su casillero guardando sus libros.

Tomó una bocanada de aire y la soltó, comenzando a caminar hacia su objetivo.

La contraria notó su presencia y la miró, regalándole una dulce sonrisa.

–Ho-Hola, soy Huening Bahiyyih–Se presentó.

–Un gusto, Bahiyyih –Le sonrió –Soy Guinn Myah.

–Ese es un nombre muy lindo –Alagó –E-Eemh... ¿Q-Quieres merendar conmigo?

–¡Claro! Vamos –Habló emocionada.

Ambas chicas se dirigieron al comedor, compraron algo para comer y se sentaron.

Hablaban de distintos temas, la conversación era tan fluida que
sorprendía a Bahiyyih, ella se esperaba que en más de una ocasión un silencio incómodo se adueñaría del ambiente.

Para la mala suerte de Huening, las posibilidades de querer a Myah sólo como una amiga eran cada vez más escasas.

La personalidad que tenía la castaña era simplemente muy hermosa.

Su tono de hablar muy suave hacia que Bahiyyih se relajara de tan solo escucharla, se sentía muy bien a su lado.

Tocaron el timbre para volver a las clases, Myah se fue con sus amigas y Bahiyyih fue con Youngeun.

Ésta última al ver que la cara de la mayor no era la mejor, se preocupó un poco.

–¿Estás bien?

–No –Hizo una pequeña pausa –Sí me gusta Myah.

Escuchó a Youngeun dar un suspiro.

–Bueno... Los sentimientos son algo que no puedes decidir Hiyyih –Rió un poco –Sólo puedo desearte suerte, ya sabes, la necesitarás –Dijo haciendo referencia a la madre de Myah.

–Gracias, supongo –Agradeció un poco insegura, ¿Cómo iba a convencer a la Señora Guinn para que la dejara salir con Myah?

Una idea vino a su cabeza

¿Y si hoy acompañaba a Myah a su casa? Tenía que dar una buena impresión de alguna manera ¿No?

[...]

Al terminar las clases, Bahiyyih buscó a Myah.

Ésta se encontraba en la salida, apunto de irse.

La castaña corrió hasta alcanzarla.

–¡Myah! –Llamó, haciendo que la recién nombrada se diera la vuelta.

–Oh, hola Hiyyih –Sonrió –¿Qué pasa?

–A-Ah, yo... Q-Quería preguntarte si querías que te acompañara a c-casa, vi que estabas llendo por el lado en el que me voy yo asi que supuse que nuestras casas quedarían un poco cerca –Dijo con la vista baja, mirar a la menor sólo hacia que se pusiera más nerviosa.

–O-Oh... Yo...

–¡Entenderé perfectamente si no quieres! –Se apresuró a decir ya que Myah parecía un poco asombrada.

–¡Claro que quiero! ¡Qué divertido! –Sus ojos irradiaban un brillo especial, era cómo una niña pequeña emocionada.

Myah tomó la mano de Bahiyyih y empezaron a caminar.

Ésta última estaba bastante confundida por el comportamiento de la menor.

Empezaron a hablar de distintos temas, riendo a carcajadas a veces.

Después de unos minutos la menor se detuvo en una casa enorme y hermosa, haciendo que la contraria también lo hiciera.

–Bueno, ésta es mi parada –Sonrió tristemente, le encantaría poder seguir hablando con ella –Muchas gracias por acompañarme, es la primera vez que camino con alguien hasta mi casa –Se sonrojó un poco –Me divertí mucho.

–No hay problema –Le regaló una sonrisa, el hecho de que Myah la haya pasado bien con ella la hacia inmensamente feliz –Yo también la pasé muy bien contigo.

El sonido de la puerta abriéndose las hizo voltear.

Allí Bahiyyih pudo contemplar a la persona la cuál muchos temían.

La señora Guinn estaba en la puerta, se veía indiferente viendo a su hija.

Pero todo eso cambió cuando fijó su vista en Bahiyyih.

Literalmente la fulminó con la mirada.

–Oh, hola mamá –Sonrió Myah abrazándola, su madre correspondió sonriéndole dulcemente –Ella es Hiyyih, me acompañó hasta aquí.

La castaña sonrió nerviosamente mientras hacia una pequeña reverencia.

–Adiós Hiyyih –Con un abrazo de despedida, la rubia entró a casa.

Huening estaba perdida en sus pensamientos, con aquel abrazo pudo sentir el dulce perfume de Myah, dios, esa mujer era tan suave...

Cuando Yubing cerró la puerta detrás suya entró en razón.

Estaba afuera de la casa de la chica que le gustaba, con su madre enfrente.

–¿Cómo te llamas? –Preguntó en un tono firme, cruzándose de brazos.

–¡H-Huening Bahiyyih! –Habló nerviosa mientras hacia una reverencia más duradera.

–Dime, Huening, qué intenciones tienes con mi hija –Su mirada exterminando cada parte de su ser la hacía querer irse corriendo de ahí, debe haberla descubierto sonriendo bobamente mientras veía a su hija entrar en la gran casa.

–N-Ninguna, señora –Intentó mentir.

–Dejemos las cosas claras desde éste momento, repito, ¿Qué intenciones tienes con mi hija?

Su tono expresaba molestia, por lo tanto Bahiyyih suspiró y se armó de valor.

–Su hija literalmente robó mi corazón desde el primer momento en el que la vi, inmediatamente quise entablar una conversación con ella, para saber que tipo de persona era, y, vaya que me sorprendí al saber que es simplemente perfecta, yo, Huening Bahiyyih, quiero que Guinn Myah sea mi no- –Una carcajada de la mayor la interrumpió.

–Dios... –Intentó calmar su risa –Lo siento... –Aclaró su garganta y aún con una sonrisa en su rostro miró a la más baja –Déjame advertirte, Huening, que esto no es ningún juego, si eres digna para Myah, demuéstralo, pero como no creo que puedas, sólo... –Abrió la puerta de su casa –Aléjate de mi hija –Dicho esto y dedicándole una fulminante mirada a la castaña, cerró la puerta de golpe.

Bahiyyih aún no podía procesar lo que le acaban de decir.

Recién era la primera impresión, ¿Todas las primeras impresiones salen así de mal?

Esto va a ser más difícil de lo que pensaba...

¡𝐏𝐎𝐑 𝐅𝐀𝐕𝐎𝐑, 𝐒𝐄𝐍̃𝐎𝐑𝐀 𝐆𝐔𝐈𝐍𝐍! ' HBH + GMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora