Capítulo 23

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26.01.2022

[...]

Después de unos días en reposo, Bahiyyih por fin hizo acto de presencia en la escuela.

Tenía que volver lo antes posible para no perderse más materia de lo que ya se había perdido, además sólo le quedaban algunos moretones pero nada grave.

Caminaba por los pasillos en dirección a su aula cuándo a lo lejos ve al chico responsable de su estado.

No directamente, claro está.

Al ver a Kim inmediatamente se dio media vuelta dispuesta a irse lo más rápido de ahí, pero oír al chico llamándola hace que se le pongan los pelos de punta.

–¡Bahiyyih! –Con una sonrisa amistosa se acerca a la recién nombrada.

Esta intenta ocultar su nerviosismo y le dirige la mirada.

–¿Q-Qué necesitas? –Intentó sonar segura.

Al ver detalladamente la cara del peli negro pudo notar sus mejillas rojas.

No sería algo raro de no ser porque se puede notar perfectamente una mano marcada en ambas.

–¿Qué demonios te pasó en la cara? –Preguntó automáticamente, aunque no le importaba en lo más mínimo.

–Oh, fue Myah –Respondió con simpleza, aún sonriendo.

Cada vez Bahiyyih se confundía más.

–Ah, cierto –Recordó el por qué llamó a la más alta –Yo quería pedirte disculpas por lo de hace unos días, ya sabes... –Dedujo que la chica sabía a lo que se refería.

Esta última no sabía qué cara poner, no tenía ni la más mínima idea de que mierda estaba pasando.

–¿Estás disculpándote conmigo por mandar a cinco mastodontes a golpearme? –Preguntó sin más.

–A sí es –Sunoo amplió su sonrisa al ver que había entendido.

¿Esta era alguna especie de broma o
algo? Porque si era así no daba nada de gracia.

–Esto es una broma, ¿Verdad?

–¿Eh? ¡Claro que no! –Negó –De hecho, Myah me dio esta cachetada de aquí por tocarla –Apuntó su mejilla izquierda –Y esta de aquí me la dio por lo que te hice, y me pidió disculparme contigo –Justificó

–¿Y tú le hiciste caso?

–Daba miedo –Hizo un puchero –Es tímida y tierna pero si se enoja es muy intimidante.

Bueno, al menos ya sabía el por qué de todo esto.

–Entonces... ¿Sí aceptas mis disculpas? –Volvió a sonreír esperanzado.

–Literalmente casi me matas –Frunció el ceño.

–¡Vamos~! P-Pero no te pasó nada más grave –Dijo al mirarla de arriba a abajo –Papá decía que si alguien se mete en tu camino te asegures de sacarlo –Suspiró

–¿Tú papá se refiere a que tienes que sacarlo mandándolo a matar o qué?

–Sí... Bueno... Él está en la cárcel –Rascó su nuca –Mmmh, tal vez por eso mamá dice que no le haga caso... –Asimiló concentrado.

Si antes estaba confundida ahora lo estaba aún más.

¿Qué edad tenía?

Además, le importaba un soberano pepino su vida, le daba exactamente igual.

–¡Además tu y yo nos parecemos físicamente! –Dijo de la nada –Mira –Con sus manos tomó su cabello en forma de dos coletas, para después hacer lo mismo pero con el pelo de Bahiyyih –Seguramente también nos parecemos psicológicamente –Aseguró emocionado

¿Acaso era un niño haciendo amigos? Lo único que quería la chica era irse de ahí, no comprendía nada.

–¿Te gustan los tatuajes? –Preguntó emocionado al ver un dibujo en la mano de la más baja.

Oh, se había olvidado quitarse el tatuaje que viene en los helados...

–E-Emh...

–¡A mí me encantan! –Subió la manga de su sudadera para dejar ver mínimo ocho tatuajes del mismo tipo en su brazo, la contraria quedó boquiabierta –Si aceptas mis disculpas puedo regalarte algunos... –Intentó persuadirla.

Huening rió y pasó una mano por su cara, esta era la situación más aleatoria de su vida.

–Está bien, está bien –Apenas aceptó el chico se abalanzó a ella y la abrazó con fuerza.

–¡Ahora seremos hermanos de tatuajes! –Exclamó emocionado.

La castaña sólo gritaba internamente por su adolorido cuerpo el cuál estaba siendo apretado.

–Y-Ya... ¡S-Suéltame! –Pidió con dificultad, intentado alejarlo.

–Okay~ ¡Nos vemos luego Hiyyih! –Le revolvió el cabello despidiéndose y fue con otro chico que lo esperaba.

Bahiyyih seguía intentando asimilar qué carajos acaba de ocurrir, tal vez estaba soñando, era una probabilidad y era lo más certero sinceramente.

Intentó restarle importancia y siguió su camino hacia su clase.

–¡Heeey! ¡Luchadora! –Escuchó la voz de Youngeun y volteó sin dejar de caminar, esta se acercaba con una sonrisa acompañada de Mashiro.

–Hola, tantas lunas sin verlas –Saludó.

–Te hicieron mierda ¿Verdad? –Preguntó la más baja.

–¿Tú que crees? –La respuesta era obvia.

–Sólo quería demostrar mi poca fé en que hayas salido ilesa –Se encogió de hombros.

–Tienes que contarnos detalles –Dijo la de mechas rubias.

–Lo sé, por ahora sólo diré que me duele cada centímetro de mi cuerpo –Suspiró cansada.

–Bueno... Esos son muchos centímetros...–Se burló la japonesa, recibiendo un ligero golpe de la víctima.

Esta sólo se quejó al instante y tomó su mano intentando aliviar el dolor que le provocó hacer eso, las contrarias como buenas amigas que son sólo rieron a carcajadas, burlándose de ella.

¡𝐏𝐎𝐑 𝐅𝐀𝐕𝐎𝐑, 𝐒𝐄𝐍̃𝐎𝐑𝐀 𝐆𝐔𝐈𝐍𝐍! ' HBH + GMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora