Capítulo 14

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20.01.2022

[...]

Al estar ya frente a la casa, Bahiyyih tomó una bocanada de aire y la soltó, tocando tímidamente el timbre.

Casi instantáneamente la puerta se abrió, dejando ver a una radiante Myah con una sonrisa de oreja a oreja.

–Hola Myah –Le regaló una sonrisa.

–Hola Hie –Sonrió igualmente –Pasa –Invitó apartándose un poco.

La mayor entró y no pudo evitar abrir la boca en forma de "o".

La casa además de ser grande era simplemente hermosa, con un gran televisor pantalla plana pegado a la pared y abajo de él una chimenea, un sillón largo con unos dos pequeños a cada lado, una pequeña mesa de vidrio con una radio mediana encima. A un lado de la sala de estar estaba el comedor y al frente daba paso a la gran cocina.

El ambiente era muy acogedor.

–Tu casa es muy bonita, Myah –Alagó

–Gracias –Soltó una pequeña risa –Subamos –Sin dejarla decir nada la tomó de la mano y subieron las escaleras.

Al llegar a la habitación de Myah enseguida la golpeó un aroma dulce.

Era del perfume de la castaña, olía demasiado bien.

Es como si te dieran una cachetada y después te acariciaran la cabeza.

Se detuvo a ver la habitación y también era muy bonita, era simple pero acogedora.

Una cama de plaza y media estaba en el centro de la habitación, al lado de esta había una mesita de noche con una lámpara encima. Al otro lado había un armario y al lado de la puerta estaba una tele con un mueble abajo, dentro de éste había una PS4.

–Waaah, tu habitación también es muy linda –Volvió a alagar, mirando las amarillas paredes del cuarto.

–Muchas gracias –Sonrió tímida –¿Quieres jugar? –Preguntó tímidamente apuntando a la consola.

En sí no dejaba a nadie usar su preciada PS4, ni a Yeseo ni a Ruan, pero con Bahiyyih era distinto, sentía que podía confiarle hasta su propia vida.

Prendió la consola y empezaron a jugar un juego de LEGO.

Después de una hora jugando les dio hambre, así que Myah bajó para buscar algún aperitivo.

Llegó con unas fresas y crema batida.

En ese momento Bahiyyih se enamoró aún más de la castaña menor.

Sentía que se le caía la baba al ver su fruta favorita, estaban en perfecto estado, rojas y se veían deliciosas.

–R-Recordé que te gustaban las fresas así que supuse que esto estaría bien –Justificó nerviosa.

–¡Está perfecto! ¡Gracias! –Sonrió emocionada, sin poder contenerse más tomó una fresa y se la comió.

–¿E-Están buenas?

–¡Deliciosas! –Exclamó levantando el pulgar.

Comenzaron a comer las fresas mientras conversaban, algunas veces untando las fresas en la crema batida y manchando la cara de la contraria.

–Di "Ah~" –La menor acercó la fruta con crema a la cara de la castaña.

–Ah~ –Abrió la boca y la contraria le dio de comer.

Venir a la casa de Myah fue una de las mejores cosas que ha hecho.

–Boop –Exclamó la menor, manchando la nariz de Bahiyyih con crema.

–¡Oye! –Rió, manchando su mejilla como contraataque.

Y así iniciaron una guerra, una guerra entre risas.

Huening quería manchar la cara de la más baja, pero esta se acostó en la cama para alejarse e intentó cubrirse con sus manos.

Bahiyyih apoyó su pie en la orilla de la cama, haciéndola resbalar.

Casi le da un ataque al caer a unos centímetros de la cara de Myah.

Ninguna se movía, sólo mantenían el contacto visual con los ojos bien abiertos y las mejillas rojas.

Estaban en su propio mundo, apreciando cada detalle de la cara de la otra.

A Bahiyyih le encantaba estar así de cerca, porque podía ver detalladamente esas facciones que tanto la volvían loca.

Myah bajó su vista a los labios de la mayor.

Esta lo notó e hizo lo mismo.

Apreció esos rojos labios que tanto deseaba probar.

Sin duda lo hubiese hecho si no hubiese escuchado una puerta cerrándose.

Eso la hizo entrar en razón y sus pelos se pusieron de punta cuando escuchó un:

–¡Ya estoy en casa!

¡𝐏𝐎𝐑 𝐅𝐀𝐕𝐎𝐑, 𝐒𝐄𝐍̃𝐎𝐑𝐀 𝐆𝐔𝐈𝐍𝐍! ' HBH + GMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora