IMPRESIONISMO

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Tras varias décadas de búsqueda, el final del siglo XIX asistió finalmente a la síntesis de una identidad musical francesa (ver ) capaz de rivalizar en prestigio y modernidad con la tradición germánica poswagneriana sin imitarla. Esta síntesis -a la que se bautizará por analogía con el – pondrá en entredicho algunas de las bases conceptuales -armonía, textura, forma musical, etc.- más firmes de la música occidental.

De este cuestionamiento resultará, en primer lugar, una revolución estilística de la que derivará una profusión de tendencias y líneas de experimentación musical cuyos ecos resonarán a lo largo de todo el siglo XX. 

Pero también resultará un profundo cambio de actitud ante la creación musical del que beberán todas las vanguardias musicales del nuevo siglo, y que consistirá precisamente en el cuestionamiento de las premisas -las reglas escritas y no escritas- que sustentan la creación musical, como paso previo y necesario para el mismo.

Al dar este definitivo paso, las vanguardias musicales del siglo XX desarrollarán una fuerte autoconciencia de su significado estético -premisas, filiación, objetivos-, a riesgo de perder significatividad social e histórica -recepción, repercusión, función social-.

Debussy y la síntesis del Impresionismo musical

El Impresionismo musical es, en su sentido más restringido, el estilo musical sintetizado por y amplificado por el cosmopolitismo musical del París.  Debussy cruzó las corrientes más avanzadas de la música francesa y rusa de su tiempo, desde el modalismo del movimiento neogregoriano francés hasta los experimentos armónicos -enlace no funcional de acordes, escala/armonía de tonos enteros, espacialidad armónica- de compositores como Musorgsky y Rimsky-Korsakov.

A ello cabe sumar su admiración por la sensualidad del [1865] o el [1882] wagnerianos, el descubrimiento de la música de javanesa y, por último, la búsqueda de un ideal sonoro evocador de la serenidad y belleza de una antigüedad helénica idealizada. 

Si a ello añadimos la inspiración de las músicas populares española y estadounidense de algunas de sus obras, obtendremos una idea bastante aproximada de la diversidad de las fuentes del estilo debussyano.

Pese a la diversidad de influencias, el Impresionismo ofrece una sorprendente unidad estilística. Uno de los mecanismos que sustentan esta unidad es sin duda la liberación del principio armónico tradicional por terceras y la aproximación/sustitución por un concepto armónico basado en la relación acorde/escala en la cual los «acordes» son el resultado de la texturalización de las escalas mediante recursos como la polifonía estratificada o los acordes paralelos (ver más abajo).

Este sistema permitirá la integración de materiales escalísticos muy diversos –, , , escala andaluza, etc.-, que a su vez dotarán a la armonía de colores muy variados y característicos sin comprometer la coherencia estilística.

Por otro lado, es importante destacar que el Impresionismo no se define por el empleo exclusivo de las técnicas citadas, sino que admite la yuxtaposición de técnicas clásicas y modernas, de armonía funcional y no funcional, y de ámbitos tonales, modales y atonales. La unidad del estilo reside en buena medida en la continuidad de otros parámetros como el ritmo, la melodía, la textura o la instrumentación.

Qué es el impresionismo?El impresionismo es un movimiento artístico que nace con la crítica a esta pintura, Impresión: sol naciente, de Claude Monet, hecha en París en 1874, al principio con una connotación al principio peyorativa. Posteriormente, y, como muchos movimientos artísticos de la historia, fue agarrando fuerza y auge a medida se fueron sumando más artistas para hacer ese gran movimiento que hoy apreciamos.

Las características de la pintura impresionista son esas pinceladas vibrantes, y esa forma en la que el pintor capta una la impresión de una imagen, su percepción ante esta y no así a la imagen detallada y exacta, como se ve en otros movimientos. Esto fue en principio lo que generó la crítica a este arte, y a la vez, lo que lo definió como una de las tendencias más importantes.El Impresionismo en la MúsicaProviene de Francia, a finales del siglo XIX, cuando se usa el término impresionista para describir la música de unos compositores tales como Debussy, y Satie, pues era considerada floja y de poca forma.Sin embargo, lo que estos compositores buscaban era representar a la naturaleza misma y a los sentimientos puros a través de sonidos. Evocar estas sensaciones, en lugar de describirlas con exactitud.
Es por esto que en la música impresionista el tempo es más fluido y cambiante, la armonía toma más libertad. Los compositores escogen los acordes por su sonoridad y no por la armonía que hay detrás... en este sentido se dejan de lado algunas nociones teóricas y se busca es el sonido y su relación con el sentimiento.


Entrando más en detalle: aparecen los acordes con tensiones, armonías de cuartas y de quintas. Se crean efectos estáticos, atmósferas y progresiones que no necesariamente indiquen movimiento. Ambigüedades, disonancias, cadencias inconclusas y rotas. Experimentan con nuevos timbres, incluyendo a instrumentos más melosos dentro de la orquesta, como el arpa o el glockenspiel.Dos escalas impresionistas

Los compositores retoman sonidos de épocas antiguas y de latitudes orientales. Aquí, occidentalizan dos escalas que para entonces, estaban perdidas en el tiempo...

La escala de tonos enteros: de origen oriental, conformada por seis notas que equidistan de un tono.La escala pentatónica: también de origen oriental, conformada por cinco notas. Hoy en día, es bien conocida.Algunas piezas impresionistas

En otro post les comentaré sobre los compositores de este período... pero para finalizar este, les traigo algunas de mis piezas favoritas que cambiaron al mundo, y pertenecen a todo este movimiento.

Deux Arabesques - Claude Debussy

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