LG | ❝Love grows where my Rosemary goes❞
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La familia Wilson no era una familia común. Todo el mundo que los veía sabía eso. Nadie sabía si era su belleza innegable, la buena energía que transmitían o el mister...
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ii. joker
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Mackenzie se vistió más feliz que nunca, con una camiseta de mangas cortas, blanca, metida dentro una falda roja, suelta y corta, una chaqueta negra de cuero y unas botas largas hasta la rodilla del mismo color y que tenían tacones bastante altos. Ella junto a sus hermanos, se dirigió hacia el instituto de Forks.
Mack volvía a estar tan emocionada como el primer día de instituto. Su primera broma de la temporada se realizaría hoy durante el horario lectivo. Y aún sabiendo que recibiría un castigo por parte de su madre y del director del instituto, era plenamente consciente de que merecería la pena.
Las cuatro primeras horas habían pasado con total tranquilidad y normalidad. Salió de su clase para ir hacia su taquilla donde dejaría su libro de español avanzado.
Justo cuando salió de la clase, se encontró a Emmett saliendo del aula de enfrente.
—Hola, Emmett. —le saludó Mackenzie con una sonrisa.
—Hola —le sonrió de vuelta—. ¿Qué tal? —le preguntó mientras ambos comenzaban a caminar, él sin saber que su siguiente destino era la taquilla de la chica.
—Bueno —pensó lo que quería decir mientras abría su taquilla y dejaba su libro y libreta de apuntes—, es un pueblo aburrido —respondió finalmente, cerrando el pequeño armario de metal—. Pero para eso estamos los Wilson: para convertirlo en un sitio más animado.
—¿No se supone que debemos ser discretos? —preguntó Emmett con una sonrisa ladina y retomando la ruta por los pasillos del instituto.
—¿Y eso qué tiene de divertido? —preguntó ella cruzando sus brazos y frenando su paso, sin embargo volvió a caminar enseguida— Nosotros llamamos la atención sin quererlo, así que si lo hacemos lo vamos a hacer bien, ¿no? —Emmett negó con la cabeza con una sonrisa plasmada en su rostro— Mira, observa atentamente —le señaló a John, quién estaba caminando hacia su taquilla—. Ese ser de allí es la primera víctima de la temporada de bromas.
