7. Fantasía |kagehina|

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Una vez al mes, casi siempre en viernes, Tobio y Shoyo juegan a un juego.

No recuerdan quién de los dos lo ideó, aunque Shoyo está seguro de que él fue la mente creativa.

Kageyama nunca se opone a jugar.
Es bueno en eso.
Oh, sí. Muy bueno.

Ese día, esas horas, Shoyo y Tobio no son Shoyo y Tobio. El asunto va por turnos, cada vez lidera uno. Sólo hay una regla: un whatsapp con una palabra en mayúsculas.

Una fantasía simple, la pieza de un puzzle que el otro debe armar.

La primera palabra que Shoyo escribe para Tobio es ESCLAVO. Como si los planetas se alineasen para él, al abrir la puerta del hotel se encuentra a Tobio desnudo en la cama, sentado en seiza, serio, entregado, con las manos extendidas y ofreciéndole un trozo de cuerda.

Está sonrojado.
Concentrado, silencioso, expectante.
Está encantador.

Shoyo tarda media hora en atarle, y como compensación por la espera, le folla hasta que se hace de día, forzando las cuerdas hasta que la piel acaba rosada en las ataduras, exigiendo un poco más, incansable, incombustible, podría morir así, dentro de él, robándole en jadeos los fragmentos de su nombre propio.

La primera palabra que Shoyo recibe de Tobio es VÓLEY.

Pasa días enteros pensando qué espera ver, ¿una mascota de la V-League, un peluche gigante con forma de animalito? Demasiado perturbador. No cree que sea nada de eso.

¿Tal vez un disfraz de pelota?
Busca en Amazon. Todos son en plan pelota putilla, y Shoyo no tiene ninguna inhibición en la cama, pero prefiere evitar las medias de rejilla si no es estrictamente necesario.

Mientras estudia las tallas de los disfraces piensa que verdad tiene que querer mucho a ese súper idiota del vóley...

Lo deja estar. Se le ocurrirá algo mejor.

Entonces, un día, lo tiene.

La idea llega mientras organiza el armario. Sonríe y espera el momento.
Ese día, después de ese viaje, cuando Tobio llega a casa, Hinata está haciendo una pizza.

Tobio se acerca por detrás, le abraza y farfulla cosas incomprensibles sobre un saque demasiado flojo y un partido que no fue como esperaba, enterrando la cara en su pelo, como si pudiese escuchar algo.
Shoyo ríe, y espera.

No tarda mucho.

—¿A qué hueles?

Se encoge de hombros. Hacerse el interesante es parte del plan.

—¿No lo sabes?

Tobio toma el reto, no lo dejará ir como si nada. Le coge del brazo, le hace girarse, atrapándole contra la encimera. Shoyo tiene las manos manchadas de harina. No estaba en los planes, pero piensa en lo bien que quedarían en el culo de Tobio.

Él, mientras tanto, sigue investigando. Posa la nariz en su cuello.

—Es gel —dice de pronto, en un tono una octava más bajo. Habla con los labios directamente sobre su nuez—. Gel medicinal.

—Oh, ¿tú crees? —hace la pregunta fingiendo sorpresa, levantando las cejas. Kagayama ríe contra su yugular, y el sonido se expande por todas las venas de su cuerpo.

—Pelirrojo satánico —susurra, y empieza a besarle. Hay más lengua que romanticismo, pero Hinata no tiene ni media queja—. ¿Alguna vez... te he dicho... lo que más me gusta del vóley?

Hinata sonríe y jadea al mismo tiempo.

—¿Mi culo?

—Prueba otra vez.

Los besos se vuelven más húmedos.

—¿Mi culo... en los shorts de los MSBY?

Tobio le pellizca la cadera.

—Idiota... El olor del gel medicinal... al llegar a la pista —le muerde en la barbilla. Hinata ríe, indignado.

—¡Esa es mi cosa favorita! ¡Busca la tuya propia! Mi culo era mejor idea.

—No —dice, apartándose un poco. Le mira desde la distancia, mientras se desabrocha el botón de los jeans, rápido, serio. Hinata tiene un concierto en el medio del pecho, el tambor de director de orquesta—. A partir de hoy tienes otra cosa favorita.

—¿Ah, sí? ¿Cuál? —susurra.

Tobio, antes de bajarse los jeans, saca un condón del bolsillo trasero y lo lanza junto a Hinata, haciendo que aterrice en la encimera.

El gesto es terriblemente sexy.

Después se abalanza sobre él con la boca abierta, todo un depredador.

—El olor del gel medicinal —dice, besa, muerde—en nuestra cocina, mientras yo te lo hago como te gusta.

Hinata no responde.
No tiene ninguna objeción.
La lengua de Tobio en su oreja sella el pacto.

Donde todo arde |KageHina| NSFWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora