Donde todo arde |KageHina| NSFW

9. Shouyou y Tobio, Tobio y Shouyou (II) |kagehina, trío|

Pues va a haber tres partes.
Queda la última, aunque en esta ya pasan cosas...
Igualmente os advierto que no pasa todo así que tal vez prefiráis esperar que suba la tercera y leerlo entero.
¡Espero que os guste!

:-)

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—¿Entonces vas a sacar un nuevo manga? —pregunta, sin poder reprimir la emoción. Siente el pisotón suave de Tobio, una advertencia para que no se desvíe del coqueteo. Shouyou, sin embargo, cree que está haciendo todo lo que puede. En fin, no es como si él fuese un as en eso de ligar. Con él fue fácil, no tuvo que pensar mucho, se limitó a comerle la boca mientras luchaban por el mando de la play. Esto es distinto, lo sabe. Ser sensual no es lo suyo. Probablemente podría ser lo de Tobio, si no fuese tan denso en la vida.

—Te mandaré el primer número si quieres.

—Tal vez puedas dármelo en persona —contesta, sonriendo un poco. Ignora si está siendo sexy o pareciendo un acosador. Tenma le mira. A Shouyou le gustan sus ojos. Son negros, tanto que apenas puede distinguir la pupila del iris.

—Oh, seguro —contesta, devolviéndole una sonrisa suave que a Shouyou le agita todo por dentro. Está un poco emocionado, bueno. No todos los días tu novio-suṕer-exigente acepta tu vieja fantasía de hacer un trío, y mucho menos le parece buena opción hacerlo con el mito erótico de tu adolescencia. Porque, sí, El Pequeño Gigante protagonizó todos los sueños eróticos de Shouyou hasta que el colocador de ojos azules le sustituyó en su papel principal—. ¿Me das tu dirección?

Shouyou está un poco embobado hasta que oye la voz de Tobio.

—Estamos en un hotel —dice, como si nada—. Él vive en Brasil y yo en Italia.

—Vaya, eso es muy lejos. ¿Lo lleváis bien?

Tenma tiene la mano apoyada en la mejilla, el codo sobre la barra, y mira a Tobio con una sonrisa dulce en los labios... Y Tobio le mira de esa forma, esa que podría hacer pedazos un glaciar. Shouyou necesita pasar al siguiente nivel antes de ponerse a gritar como un fanboy enajenado. 

—Yo lo llevo mejor que él —dice de pronto el idiota de Tobio, rompiendo al sensualidad del momento.

—¡No mientas, Chungoyama! ¿Quién tiene mi foto al lado de la cama?

—¿Y quién duerme con mis camisetas de pijama?

—¡Eso es porque son calentitas! —. Hinata, sonrojado, le lanza la pajita de su bebida no alcohólica, y se enganchan en unos cuantos empujones y golpes sin fuerza. Tenma suelta una risa abierta, levantando las cejas.

—Sois como una de esas parejas que llevan toda la vida juntos —dice, asintiendo para sí mismo—. La verdad es que me dais un poquito de envidia.

—¿No tienes pareja? —pregunta Tobio, sin filtro, como siempre. Ahora es Shouyou el que quiere golpearle, pero se contiene.
La respuesta interesa.

—Tenía —dice, encogiéndose de hombros—. La cosa acabó hace un par de meses.

Shouyou asiente, abriendo la boca para unas palabras de consuelo. Tobio es más rápido.

—¿Por qué?

—¡Pero no preguntes eso! —gruñe, viendo como la posibilidad de compartir cama con su mito erótico se esfuma cada vez que Tobio hace un comentario. Sin embargo, Tenma parece cómodo. Mira mucho a Tobio. Shouyou se da cuenta de que, efectivamente, no le quita ojo.

—No pasa nada —dice, sonriendo mientras da otro sorbo a su bebida—. Una infidelidad.

Shouyou mira a Tobio como advertencia.