Capítulo 3: Límites

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[Narra Evan]
Alpha de BlackWhite.

Hoy era el tercer día de reconocimiento por el territorio y mi lobo estaba inquieto de nuevo, Guil y Jun estaban cerca junto a un par de guardias que olfateaban y analizaban cada grano de arena, pero yo no sentía nada en esta parte de terreno.
---A la izquierda, talvez---indicó mi lobo que permanecía atento dandome indicaciones en mi cabeza.
Lentamente caminé hacia donde había dicho y no veía nada, miré la zona a detalle y no había ni una sola hoja de los árboles pareciese fuera de lugar.

---¡Evan.!---llamó de repente Jun haciéndome volver con el resto del equipo de exploración.
---¿Qué pasa.?---me acerqué mirando como tenía entre sus manos una curiosa cinta de cabello---¿Qué es eso.?
---Tiene el aroma fresco de una chica humana, y no tiene mucho tiempo aquí por lo que siento---murmuró uno de los guardias que olfateó el objeto.

---¿Qué hace una humana tan lejos de la ciudad.?
---Jun, hay jóvenes humanos que les gusta acampar o hacer caminatas por la zona, ¿Qué tiene de extraño un adorno para el cabello.?---pregunté confundido y muchos de mis guardias asintieron de acuerdo conmigo, pero Guil negó levemente tomando el lazo cuidadosamente con sus manos.

---Hay que guardarlo por si acaso, no es muy común que no haya más rastro de ningún aroma por la zona, es extraño porque los humanos suelen ser muy desastrosos a su paso.
---Cierto---apoyó otro de los guardias---La última vez que cuidamos a un grupo de excursionistas humanos dejaron basura y aromas fuertes por todos lados.
---Vamos a casa, aquí no hay nada que hacer..

La voz desanimada de mi lobo me convenció rápidamente haciéndome suspirar con pesadez.
---Okey, vámonos a casa ya, mañana recorreremos un tramo más del territorio y recuerden no usar su forma de lobo descuidadamente, podría haber humanos excursionando por aquí o incluso cazadores también.
---¡Si, Alpha.!---respondieron al unisono y se fueron alejando en camino a la manada, Guil los siguió mientras Jun sólo me miraba esperando que caminase con ellos, cosa que no hice al estar perdido en mis pensamientos.

---¿Te quieres quedar a buscar un poco más, verdad.?---su pregunta me trajo de vuelta a la realidad haciéndome suspirar una vez más.

---No lo sé, le prometí a Ren pasar la tarde con él, pero mi lobo está algo inquieto de nuevo---Jun se acercó apoyando su mano en mi hombro.
---Tranquilo Alpha, encontraremos algo tarde o temprano, ahora vayamos con nuestros cachorros, ¿Si.?
---Claro---respondí formando una pequeña sonrisa al pensar que pasaré tiempo junto a mi linda Luna, con todo lo que ha estado ocurriendo casi no he podido verlo y estar con él.
---Extraño a mi cachorro, quiero poder besar su cuello.. Y abrazarlo.

Yo también extraño eso.. Sólo no olvides no pasarte con los besos como la última vez.
---Quejumbroso..
Descuidado..

Mientras volvíamos el sol se fue ocultando quedando un suave color naranja sobre el manto de nubes claras en el cielo, tan bello.. Pero nada se comparaba a la vista que tenía desde la puerta de mi habitación, mi lindo cachorro estaba recostado sobre la cama con un libro en manos y una pequeña sonrisa en sus rojizos labios.
Ren había crecido tanto en tan poco tiempo, su cabello dorado se rizaba sobre su frente como un lago de oro cobrizo, su piel era tan pálida y lechosa que se volvía rosada en ciertos puntos como en su linda naricita de botón, sus mejillas, hombros y rodillas o en los dos pequeños botoncitos de su pecho que estaban ocultos de mi vista bajo su pijama.

Mi cachorro era tan bello y no sólo físicamente, aunque su cuerpo era tan perfecto a mis ojos, una sola mirada suya podía enamorar a cualquiera, sus tiernos colmillos afilados eran tan hermosos y su suave aroma a lavanda era simplemente único, mi lobo gruñó leve en mi cabeza emocionado cuando la rojiza mirada de nuestra Luna finalmente cayó sobre nosotros.
---Evan, bienvenido a casa---susurró dejando su libro sobre la mesita de noche antes de acercarse y rodearme con sus delgados bracitos.
Inmediatamente lo pegué a mi cuerpo ocultando el rostro contra su cuello---¿Cómo estuvo el día.?

---Bien---respondí brevemente mientras deslizaba mi nariz por su cuello y hombro tratando de embriagar me de ese aroma a lavanda tan dulce.
---Te ves cansado, ¿Quieres que tomemos un baño juntos y nos acurruquemos en la cama.?---mi lobo aulló en afirmación, pero instintivamente negué separándome levemente.
---Tú ya tomaste un baño cachorro, puedo olerlo en tu cabello---sus mejillas se tornaron de un fuerte carmesí que aceleró el latir en mi pecho, tan tierno..---¿Por qué no mejor mientras yo tomo un baño tú me esperas en la cama, ¿Si.?---sus labios formaron un pequeño puchero, pero hice como sino lo hubiese visto y caminé hacia mi armario dispuesto a buscar mi pijama y poder tomar un baño rápido, pero la voz de mi Luna me detuvo justo antes de entrar al baño.

---¿Quieres comer algo cuando salgas.? Puedo traer algún dulce o fruta para antes de la cena.
---Lo que tú quieras, cariño---él sonrió risueño apenas le respondí y curioso miré como comenzó a buscar algo en la habitación, finalmente entré y cerré la puerta con seguro.
Mi cabeza está al límite, no podía controlar más a este inquieto lobo que no dejaba de aullar y revolcarse mostrando la panza en señal de sumisión y ruego por atención.
---Quiero a mi cachorro, mi Luna.. Quiero márcalo ya Evan..

La temporada de apareamiento de este año ni siquiera está cerca, ¿Qué demonios te pasa, lobo.?
Terminé de quitarme la ropa y traté de mantenerme de pie bajo la regadera, pero cada gota de agua caliente era insoportable contra mi piel, bajé un poco la temperatura del agua y lavé mi cabello quejando me de vez en cuando al tener que frotar el jabón por mi piel.
---B-basta---jadeé del dolor al sentir una fuerte oleada de calor golpear justo en mi entrepierna.

---El calor de un Alpha es difícil de controlar y yo llevo años reprimido, deberías siquiera dejarme estar con nuestra Luna, no lo tomaré, lo juro..

Sabes bien cuál es la respuesta..
Nuestro cachorro es eso, un puro cachorro que no podemos siquiera pensar en profanar, ¡Dejá de comportarte como un maldito hormonal adolescente.!
Gruñí para mí mismo recibiendo como respuesta un silencio abrumador expandiéndose por toda mi cabeza.

---Es nuestra pareja, Evan Wolf, tarde o temprano cada centímetro de su cuerpo será mío y su cuello llevará mi marca.
Su voz fría y estoica resonó en mi cabeza mientras el dolor y el calor tomaban control de todo mi cuerpo..

---Lo sé.. P-pero eso no s-será pronto---jadeé bajando lo más que pude la temperatura del agua de golpe, el frío me congeló la piel y ese desesperante calor bajó lentamente junto a la atosigante presencia de mi furioso lobo, finalmente pude suspirar aliviado y apagué la regadera dejado las gotas de agua deslizarse por mi fría piel rojiza ante los bruscos cambios de temperatura.
Esto es lo peor, pero todo sea por la seguridad de mi pequeño cachorro, mi frágil y especial Luna..
Si llegase a pasarle algo sería mi fin, pero si mi instinto llegase a hacerle algo que lo hiciese llorar sería peor que la muerte.

---¿Tardé mucho.?---pregunté terminando de secar mi cabello mientras salía del baño ya con mi pijama puesta y la mente tranquila, mi cachorro sonrió desde la cama haciéndome señas para que me acostara a su lado, y así lo hice.
---Te extrañé mucho---susurró besando mi mejilla haciendo una pequeña mueca al separarse---Estás muy frío, te vas a resfriar..
---Está bien cachorro, no te preocupes---le devolví el beso dejando un pequeño besito más sobre su frente, él me sonrió y jaló la manta para cubrirnos juntos y así poder acurrucarse contra mi pecho.
---Hay que mantenernos juntos, así recuperarás el calor rápido.
---Como ordenes, mi cachorro---susurré acurrucando me contra él, su sola presencia me basta y sobra para sentirme mejor y en calma.
---Algún día Evan Wolf, algún día..

Holaaa mis cachorritos preciosos, ¿Cómo ven el complot de Evan y su lobo.? ¿Qué creen que debería hacer.?

Aullido || Boys love Donde viven las historias. Descúbrelo ahora