La hermana del dobe Sasuke x tu

CAPITULO 46

Narra omnisciente: 

El equipo Hebi se había dividido, cada quien fue a buscar alguna pista sobre el paradero de Itachi.

La rubia caminaba con la mirada fija en el piso, tenia un mal sabor de boca, además de un nudo en el estomago. Un mal presentimiento se apoderaba de ella.

El ruido de unas explosiones se escucharon a los lejos, la chica levantó la mirada con solo una cosa en mente...

"Deidara"

Inmediatamente, a su cabeza volvió el sueño que hace tiempo había tenido. Sintiéndose sin aire al recordar el trágico final que tenia el rubio en esa pesadilla, ella corrió en dirección de donde provenía el sonido de las explosiones.

Sus oídos zumbaban, comenzaba a desesperarse por la simple idea no lograr encontrarlo.

Una gran luz se hizo presente por todo el lugar, una figura gigante empezaba a abarcar terreno rápidamente.

Percatándose de eso, la rubia intentó aumentar la velocidad de sus pasos, sin embargo, chocó contra una persona, terminando así sentada en el piso.

—¿T/N-senpai? —preguntó— ¡T/N-senpai! ¿¡Que hace aquí!? ¡Debemos irnos! —comenzó a gritar histérico el chico de túnica negra con nubes rojas.

T/N: —¿Tobi? —murmuró sorprendida— ¿Qué haces aquí? ¿Dónde esta Deidara?

Tobi: —¡No hay tiempo para eso! —la tomó del brazo y la comenzó a jalar hacia atrás— ¡Deidara-senpai va a explotar!

T/N: —¡Tobi! ¡Suéltame! —forcejeó, por lo que el pelinegro la sujetó de mejor forma— ¡Debo ir con el!

Tobi: —¡Tobi quiere ayudarla, senpai! —aplicó más fuerza en su agarre— ¡Quédate quieta! —gritó, pero esta vez su voz sonaba diferente. La chica abrió de más los ojos por la sorpresa, se quedó quieta gracias a la impresión que la causó aquello. Él aprovechó eso y la cargó en brazos —¡Sujétese fuerte, senpai! —volvió a hablar con su voz chillona e infantil de siempre y empezó a correr en dirección opuesta a donde estaba el rubio.

Sujetándose con fuerza de la túnica del hombre, T/N cerró fuertemente los ojos y escondió su cara en el pecho de él.

Tobi: —Mantenga los ojos cerrados, senpai. Déjeselo todo a Tobi ¿Sale y vale? —ella hizo un sonido de afirmación, se hubiera reído de no haber sido del nudo que tenia en su estomago por las enormes ganas de llorar que sentía. 

T/N no tenia idea de lo que su amigo estaba haciendo, pero sin duda, Tobi le había salvado la vida.

. . .

No se sabe cuanto tiempo pasó exactamente, pero al momento en el que Tobi sentó a la rubia en el pasto ella abrió los ojos.

Lo primero que vio fueron arboles tirados y otros totalmente destruidos. 

T/N: —Deidara... —susurró en un intento por reprimir las ganas de llorar.

El azabache miraba fijamente los arboles. 

Tobi: —Senpai, creo que ya se tiene que ir —rascó su nuca— Tengo que atender unos asuntos que Zetsu y... —no sabia que decirle para que la rubia se fuera de una vez.

T/N: —Creo que tienes razón —frotó sus ojos y se levantó con un poco de dificultad— Debo de irme... Espero que nos podamos ver luego, Tobi —sin más que decir dio la vuelta sin saber muy bien a donde ir.

Al verla alejarse, el hombre de la mascara dio media vuelta.

Tobi: —Créeme, nos veremos más pronto de lo que te imaginas —susurró.