C E L E S T I A L #1 [TRILOGÍA: PECADOS CELESTIALES]

Capítulo 25

No sabía que podía cargar tanto peso sobre mis brazos, corrí, corrí y corrí con Axel entre mis brazos, gritando y buscando ayuda, era más allá de la media noche y todos en la central estaban encerrados en sus habitaciones dormidos, eso es lo que quería pensar.

Arrastraba el cuerpo de Axel cuando yo no tuve fuerzas de cargarlo y la desesperación que sentía me impedía activar mi instinto, cuando más lo necesito es cuando menos capacidad tengo de activarlo, necesito controlar mis emociones para poder así conseguirlo, pero no puedo, no cuando se trata de Axel.

Seguí pidiendo por ayuda y arrastrando su cuerpo, no conocía la central y por obvias razones no sabía dónde quedaba la enfermería. Escuché a lo lejos los pasos de varias personas que venían a mi dirección, me detuve unos segundos hasta que las personas se hicieron presentes a mis ojos.

Bendito Dios, se trataba de Derek y otras dos personas más que jamás en mi vida había visto. Éste en cuanto me vio, su cara reflejaba toda la sorpresa del mundo y enseguida se incorporó junto con las otras dos personas a ayudarnos.

— ¿Qué fue lo que pasó? —Me dijo Derek preocupado.

— No lo sé —Mi voz sonaba cargada en desesperación— Estábamos hablando y él solo... —La voz se me cortó en cuanto recordé como el cuerpo de Axel se desplomaba en mis brazos.

— Tranquila.

Las dos personas que acompañaban a Derek cargaron a Axel y se lo llevaron, por otro lado, Derek y yo nos quedamos ahí en medio del pasillo, él me sostuvo de los hombros y yo intentaba salir de mi shock.

¿Por qué me pasa esto? ¿Por qué siento que algo malo pasará? Y no a mí, sino a él. El pánico que mi corazón embarga es tan grande que es como si algo lo estuviera oprimiendo, pero ¿por qué con él?

— Haré que lo atiendan bien, ve a descansar —Me dijo Derek— Te ves fatal.

— No puedo descansar, estaré con él —Dije y avancé.

— Iliana, por favor —Me tomó del brazo— Por favor, ve a descansar, ya has pasado por mucho, solo duerme y te prometo que mañana temprano puedes estar con él —Asentí aun sin estar de acuerdo.

Me alejé de él con la mirada en el piso, no podía simplemente irme a mi habitación y "descansar" ¿Cómo iba a descansar si Axel se había desplomado en mis brazos? Empiezo a creer que Derek no se preocupa del todo del él.

Llegué a lo que era mi habitación, entré quitándome las botas en el proceso y después me aventé a la cama tratando al menos relajar mi cuerpo de tanta tensión que almacenaba.

Cerré los ojos y suspiré hondo, aunque no esté prestando atención a las cosas me doy cuenta de ellas, abro los ojos despacio y no entro en enojo o intento hacer una rabieta porque no tiene caso y, de todas formas, siento que ya no me enojado bastante con el ser que tengo al lado.

— ¿Cómo entraste a mi habitación y, por qué estás aquí? —Dije manteniendo la calma.

— ¿Por qué te enoja todo lo que hago, hermanita? —Me respondió.

— Sebastián, ¿Cómo entraste? Te hice una simple pregunta, lo menos que te pido es que la respondas —Él suspiró.

— Cuando eras más pequeña no te enojaba que me metiera en tu habitación, ni tampoco en tu cama —Lo dijo con galantería.

— Eran otras épocas... —Volví a suspirar hondo.

— ¿Qué pasa? —Dijo cubriéndose hasta el cuello con las sábanas.

— ¡No me has respondido mis preguntas!

— ¡Aaaaay! —Volteó los ojos— Soy un ser sobrenatural, Iliana, tengo poderes, súper fuerza y todas esas cosas que tenemos nosotros... —Nos señaló— Los seres sobrenaturales.