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⠀ Ambos acompañaron a la salida a JeongIn y Chan.
El híbrido mayor besó la mejilla de YongBok para luego sonreírle coquetamente.
Si no fuera por la sonrisa de HyunJin, Bokkie juraría que la de Chan era la más hermosa que haya visto. Pero HyunJin era mucho más hermoso, en todo sentido.
Hyun cerró la puerta y miró, controlando sus celos, la carita sonrojada de su minino.
— ¿Dónde fue mamá? —preguntó YongBok rascando su bracito sin mirar a su hyung.
— Alo de una amiga.
Pero no le agradaba para nada que YongBok se sonrojara por ese tonto gato. No le agradaba Chan desde que lo conocía, ahora menos.
Tenía su cara estrellada contra la almohada cuando la puerta se abrió y un peso cayó sobre su cuerpo pesando nada sobre su espalda.
YongBok besó su nuca y se abrazó a su cuerpo cerrando los ojos.
— ¿Estás molesto conmigo?
— No bebé, no hay nada mal contigo. Estoy celoso.
—¿Y por eso me tratas mal a mi?
Hyun se dió la vuelta para ver el puchero que YongBok tenía en sus labios. El menor había quedado a horcajadas sobre su abdomen.
— Son mis celos, no yo.
El gatito con su cola acarició el brazo izquierdo de HyunJin que estaba posicionándose en su cintura.
— Acércate, te voy a contar algo.
YongBok lo hizo y rió sobre los labios de HyunJin luego de que este los estrellara juntos. El beso era suave y lleno de cariño, el corazón de Hyun latía con fuerza y YongBok sentía que se le iba a salir allí mismo.
