Un "pequeño" problema divido en 7

『1』

El apartamento de Twice se había convertido en el punto frecuente donde el grupo hacía sus "reuniones". No las llamaban fiestas, pues Jihyo prefería evitarse problemas con el ceo de su empresa, ya que sabía que a sus queridas miembros se les podía salir algún comentario que no resultara favorecedor para ellas.

Estaban celebrando que al fin había comenzado su descanso. La música ya un poco baja se escuchaba de fondo, mientras que las siete chicas se encontraban esparcidas por los sillones y la alfombra, hablando de anécdotas. Eran siete, pues Jeongyeon tenía una cena planeada con sus padres ese día y Chaeyoung había salido un momento. 

–¿Recuerdan aquella vez que Nayeon unnie casi golpea a JYP?–Momo señalaba a la mayor de todas mientras reía.

–¡Ah sí, sí! Jihyo tuvo que detenerla–Agregó Sana. –Fue algo como: Unnie, calma eres mucho más maravillosa que eso–

–Fabulosa– Corrigió la líder. –Le dije, fabulosa–

–Maravillosa, suena muy gay–Nayeon habló divertida, el recuerdo era bueno.

–Es Sana, no debería sorprenderte–

–Cállate, no es mi culpa pensar que Nay es maravillosa– Coqueteó Sana, guiñándole un ojo.

–Bueno, bueno. No me la mires mucho– Amenazó Momo, cubriendo a la mayor con un brazo.

Continuaron charlando, hasta que la puerta principal fue abierta, descubriendo a Chaeyoung, quién había salido con la excusa de traer algo de alcohol... Un poco más aparte del que ya habían bebido.

La botella era oscura, no dejando ver el interior de la bebida alcohólica.

Chaeyoung la puso en mitad de la mesa, junto a un vaso.

–Voy por hielo, esperen aquí– Chaeyoung desapareció nuevamente.

Jihyo tomó la botella en manos. No era ninguna marca famosa, de hecho, no tenía una etiqueta muy elaborada. Nada más decía el porcentaje de alcohol y el nombre, el cual se encontraba al parecer en un idioma que la líder no entendía para nada.

–Chae– Llamó su atención cuando la menor llegó– ¿Dónde conseguiste esto?–

–Oh, de unos amigos. Es artesanal– Aquello resolvió un poco las dudas de la mayor, pero trajo otras más.

–¿Es eso seguro?– Preguntó Dahyun, quitándole la palabra de la boca a su líder.

–Claro que sí, no les daría algo que fuese peligroso– Rodó los ojos.

Chaeyoung tomó la botella, los hielos y sirvió el primer trago, siendo ella la primera en darle el gusto.

–Bueno... De algo tendré que morirme– Nayeon estiró su brazo, pidiendo un trago.

El mismo que Chaeyoung le dio gustosamente. Así, continuamente repartiéndole a todas, hasta terminar en Jihyo.

–Unnie ¿Qué tanto quieres?– Habló mientras servía el líquido.

Jihyo negó repetidas veces con la cabeza. Había bebido demasiado ya y un sentimiento en su pecho le decía que era mejor no probar ni gota de aquel desconocido líquido.

–Está bien, guardaré un poco para ti, unnie– Dijo esto último, para levantarse el trago que sirvió destinado para su líder.

Y así continuó el resto de su noche. Las chicas charlando y bebiendo, hasta que una por una decidieron ir a dormir.

–Oye, Hyo– Sana se tambaleaba un poco– No me siento muy bien–

–¿Qué pasó?– Un suspiró agotado salió de la líder.