Un "pequeño" problema divido en 7

『8』

La líder no podía creerlo, Momo solamente no se había devorado todo su helado y parte del de Dahyun quién no quería comer más desde que terminó la primera bola, si no que no pudo compartir ni un poquito con ella.

Así que al final se vio en la obligación de comprar una paleta para ella. Que ridículo, debería enseñarle la importancia de compartir a la pequeña Momo.

¿Las cosas que le enseñara a las Twice pequeñas, cambiaría a las adultas?

Podría enseñarle a Momo a ser organizada.

Aquel pensamiento se esfumó cuando llegó a la mesa. La japonesa tenía toda la cara llena de helado y su pobre pijamita de mapache definitivamente necesitaba una lavaba.

–Ya hablé con mi manager– 

–¿Qué dijo?– Jihyo comenzó a comer su helado.

–Mañana pasará a ver cómo estoy. No sé a qué hora, pero si ese chico encuentra la respuesta temprano, mucho mejor–

–¿Sabes cocinar?– La pregunta de la mayor fue inesperada.– Estoy pensando si es buena idea dejarte sola como adolescente–

–Hyo, tú eres adulta y ¿Sabes cocinar?–

Asintió no tan segura.

–No quemaría la casa, pero tampoco puedo asegurar que mi platillo sea esquisto–

–Estaré bien, fuimos adolescentes juntas, Hyo–

–Sabes que puedes escribirme o llamarme si me necesitas–

–¿Vendrías por mí a las  3 de la mañana a abrazarme si tengo miedo?– Bromeó.

Jihyo le dió un pequeño golpe en su hombro.

–No seas tonta Somi, estás muy mayorcita como para dormir con tus padres– La molestó de vuelta.

–Imagina donde hubiera rejuvenecido lo mismo que ellas–

La líder hizo las cuentas mentalmente.

–Tendrías 5 años–

–¿Ahí si dormirias conmigo?–

Ambas se reían, Jihyo se podía imaginar el ataque de celos que le daría a la pequeña Sana. Pero se detuvieron cuando ambas menores se bajaron de la mesa.

–¿A dónde van?–

–V-Vamos al baño a-a lavarnos las manos...– Dahyun habló, mientras Momo simplemente miraba a otro lado distraída.

–Con cuidado–

Dahyun asintió repetidas veces para luego jalar la manito de Momo, pegajosa por tanto helado.  Cuando llegaron al baño se encontraron con que el lavamanos era muy alto para la coreana.

–Tendrás que limpiarlo tú–

–¿Por qué yo?–

–Fue tu culpa... Y mis manos no llegan– Dijo lo último más bajo, casi avergonzada.

Momo abrió su pijamita y de ahí sacó de lo que estaban hablando. El celular de su líder, estaba todo embarrado de helado de fresa y chocolate.

Momo abrió el grifo y metió el aparato bajo el chorro, tardó demasiado en limpiarlo y se le cayó un par de veces. 

–Listo– Dijo como si hubiera cumplido un logro.

Dahyun sacó papel higiénico y comenzó a secar el teléfono, dejándole pedacitos pegados por todos lados.

–Vamos– las dos pequeñas volvieron hasta la mesa, dónde Jihyo ya estaba un poco preocupada por la demora de sus menores y Somi se burlaba de eso.

–¿Por qué tardaron tanto?–