♡Maratón de 1/?♡
Quizás para algunos sea solo un cuento de hadas, para otros una simple leyenda que se habían creado la gente que pasaba horas en un barco a solas, con la esperanza de tener a alguien con quien conversar, creaban a estos seres.
Era esas noches de tormenta, en las cuales el mar estaba tan descontrolado que podía arrasar a cualquier barco que intentara enfrentarlo. Nadie sería capaz de nadar en el, o al menos no un humano normal y con cordura.
En el mar agitado, se lograba ver una figura, alguien nadando. Quien lo viese pensaría que estaba totalmente loco, quien se atrevería a meterse a este para resultar probablemente muerto. Sin duda alguien que había perdido la cabeza.
La figura que a veces saltaba sobre las olas tenía algo distinto a los humanos, una cola de pez. Aquella criatura que nadie creía que existía estaba allí, nadando, quien sabe por qué.
A unos metros detrás de ella se veía una figura inmensa, casi del porte de una ballena azul, pareciera como si siguiera a la sirena o quizás la estaba cazando.
Muchas de las sirenas que existían eran cazadas por tiburones grandes, pero no el megalodon. Normalmente estos las atacaban si eran muchas, no si solamente era una sirena ordinaria sin nada que ofrecer.
¿Entonces por qué huía?
La respuesta era simple, su bebé.
La próxima heredera al trono de su reino, debía dejarla en un lugar segura, con tal de que ninguno de esos animales la tocase, no al menos siendo una beba casi recién nacida.
Estaba apenas nadando con la beba en brazos, solo había dos opciones. Rendirse y dejar que el megalodon cumpliera su cometido o luchar por al menos sacar a su hija de ese infierno que estaba viviendo.
– Lo siento mucho, pero es todo lo que puedo hacer por ti – Dicho esto, la mujer salió lo más rápido del agua, llegando a una cueva que estaba a unos pocos metros de la orilla. Dejo a la pequeña lo más profundo posible y segura se lanzó al mar otra vez. Debía distraer a el tiburón, de una manera. –
Lo llevo lo más lejos del lugar posible hasta que simplemente se rindió y dejo que el tiburón se la comiera de un solo mordisco. A ese punto ni el mismo megalodon sabia donde estaba, el mar estaba tan agitado que estaba confundido.
Y como si por arte divina se tratase, un rayo cae sobre un muro de rocas, estas cayeron al mar aplastando a el gran tiburón. Del cual sus restos quedaron en el fondo del mar, muerto.
En la cueva estaba la beba, lloraba por la falta de calor de su madre, de la cual solo le estaba quedando un collar con forma de luna llena y color azul noche.
Gracias a la parte sirena que tenia podía soportar ciertas temperaturas bajas. Se calmo a los minutos, acabando dormida mientras sujetaba ese collar, que ahora tenía una forma distinta, era redondo y se veía como cualquier otro collar común y sin valor.
Cuando salió el sol, todos estaban en la playa. Familias, adolescentes que querían pasarla bien, algunos estudiantes de la universidad. Todos intentando disfrutar de esta, pero una familia en especial no se podía quedar tranquila.
Más bien una mujer joven de unos 25 años, no dejaba de decir que oía a un bebe llorar, pero miraba a todos lados y los niños que habían estaban riéndose y jugando. No había a ningún bebe en ese lugar.
Sin rendirse se levantó dejando a su madre sola, caminando por la orilla del mar. El llanto era cada vez más fuerte y sin más opción entró al mar. No se iba a ir de esa playa sin encontrar a ese bebe llorón, que perturbaba su tranquilidad.
El sonido se hizo cada vez más claro cuando llego a una cueva, entró a esta y el llanto se oía más fuerte por el eco del lugar. Llegó casi al final de este, para encontrar a una beba casi recién nacida llorando, en el suelo de la fría cueva.
¿Cómo había llegado un bebe ahí?
Sin saber qué hacer, tomó al bebe e intento salir de la cueva con ella en brazos. Pero el mar era el problema, no podía mojar a una beba, ¿O sí?
Intento como pudo, pero no había caso, el agua era demasiado profunda como para nadar con un bebe y además tener el cuidado de no mojarla.
Para la suerte de ella un muchacho en lancha se ofreció a llevarla acercándola lo más que pudo a la orilla para que pudiese ir donde su madre y poder contarle todo lo que había pasado.
– ¿Sofia que haces con un bebe en brazos? – Dijo levantando la vista del libro que leía.–
– Te dije que no eran imaginaciones mías, había un bebe llorando en una cueva cerca de aquí.
– ¿Y por qué la tienes tú?
– Estaba sola, no iba a dejar que un bebe muriese de hipotermia o posiblemente de hambre, me sentiría muy mal – Vio a su madre ordenar todas las pertenencias de ambas – ¿Qué haces?
– Llevaremos este bebe a la estación de policías, ¿O tienes otra opción?
– No mamá, te sigo – Le paso a su madre al bebe para poder colocarse algo de ropa, tomo la mantita que gracias al sol estaba caliente, y envolvió a la beba en esta. –
Estaba congelada como un hielo, necesitaba que volviese a tener ese calor en el pequeño cuerpo.
Luego de haber recogido sus cosas, se dirigen hacia el auto para poder ir a la estación de policías.
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🌊Y aquí les traigo el primer capítulo de este nuevo libro y comenzando con una pequeña maratón por Navidad, espero les este gustando mucho la maratón y disfruten mucho el capítulo y le den mucho apoyo, disculpen si hay alguna falta de ortografía y comenten mucho por favor me encanta leer sus comentarios, gracias por todo el apoyo, cuídense mucho y sin mas hasta el próximo capitulo🌊
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𝑆𝑖𝑟𝑒𝑛𝑎𝑠 - 𝐴.𝐺. {𝑨𝒅𝒂𝒑𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏}
FanfictionT/n una chica sirena que fue criada desde pequeña por su madre adoptiva, había crecido tranquilamente ocultando su secreto de otras personas, pero todo cambia cuando un día llega a su salón un nuevo compañero. Aidan, era el príncipe heredero al Rein...