Ser regañada el primer día de clases no era lo mejor de la vida, T/n lo sabía. ¿Qué necesidad tenía el profesor de regañarla? Si le dejase explicarle lo que paso quizás sería diferente, pero hacerlo significaba tener que rebelar el secreto de Peyton y no podía hacerlo.
Después de ser regañada, se sentó en su lugar con la esperanza de estar tranquila, pero no. Aidan en todo lo que resto de la clase la estuvo mirando, haciendo que de vez en cuando tuviese escalofríos.
Definitivamente ese no era su día.
Al finalizar su última clase, pudo sentir paz en su interior. Paz que se haría mayor cuando llegase a la playa, a esa cueva en la que fue encontrada hace 15 años, para nadar y sentir algo de libertad.
Ese era uno de los pocos lugares donde lograba tener una comodidad que no se lograba en muchos lugares, en su casa estaba cómoda, pero aun así sentía que algo le hacía falta.
El mar.
Sentir el agua agitada, las olas que chocaban con las rocas, ver aquellos peces que nadaban en lo más profundo del agua azul, sentir como sus dedos se arrugaban. Todo eso y más le hacía a T/n tan viva.
Cuando toco el timbre, salió disparada contra la puerta, llevándose la impresión de todos. Era lo único bueno que le encontraba de estar de vuelta en la escuela, siempre después de salir de esta podía ir al mar hasta tarde.
Llego a la cueva y se quitó la ropa de escuela, llevaba el traje de baño debajo de esta así que no había necesidad de cambiarse ropa ni nada por el estilo.
Siempre nadaba cerca de la cueva, no quería llevarse la sorpresa de tener un tiburón siguiéndola durante una hora, ya le había pasado. Por lo que las pocas veces que iba lejos, intentaba estar lo más alerta posible.
Cuando sintió el agua en su cuerpo, sus piernas cambiaron a una cola color turquesa. Y se adentró al mar.
Quizás muy pocos podían ver la vida marina que ella lograba ver o que todas las sirenas y tritones lograban ver.
Todos los peces se escondían cuando veían algún humano cerca, muy pocos eran lo suficientemente valientes para ir y nadar libremente con ellos a su alrededor.
– ¿Qué es eso? – A lo lejos se veían unas figuras grandes que iban hacia donde T/n estaba. Se escondió lo más rápido que pudo, pensando que eran tiburones. Pero no, eran unas ballenas azules que viajaban para tener a sus crías. Cuando una ballena se mueve, en el centro de todas ellas se ven sirenas que las acompañan. – Sirenas – Afirmó. –
No debía asustarse por ellas, eran como T/n, pocas veces sirenas atacan a otras por estar cerca. Pero su idea cambio, cuando una ellas se le quedo viendo, retrocedió un poco ante la mirada potente de esta.
Lo último que le faltaba para completar su día de mala suerte era una pelea con una sirena, por suerte se fueron. Pero le dejo un poco de miedo el hecho de que la miraran de esa forma, por lo que prefirió irse a la cueva.
Hubiese preferido haber nadado más, pero no podía arriesgarse a una pelea. Por lo que, al salir de la cueva, se secó su cuerpo y cabello, se vistió nuevamente con la ropa de la escuela y se fue.
Caminar a su casa duraba al menos unos 20 minutos, en los cuales miraba el mar con un gran brillo en sus ojos.
Cuando llego a su casa, pego un grito para avisar que había vuelto.
– ¡Ya llegué mamá! – Dijo luego de dejar su mochila en el sofá e ir en busca de su mamá. –
– ¿Cómo te fue? – Dijo saliendo de la cocina con un plato de frutillas. –
– Genial, nada nuevo que contar – Dijo para luego llevar una frutilla a sus labios. – Aun que hoy me pasaron cosas raras – Comentó cuando terminó de comer. –
– Cuéntame todo cuando te vayas a bañar, hueles un poco a playa.
–¡Es el olor más delicioso que hay en el mundo mamá!
– Si claro, ahora ve.
– Bien
Ella hizo caso y se dirigió a su habitación en busca de ropa, para luego irse al baño.
Su baño era más largo que el de su madre, no por que quisiera disfrutar del agua de la ducha, sino porque quería recordar el olor del mar en ella.
Cuando termino de ducharse, bajo buscando comida. La casa tenía ese olor a comida, su comida preferida, lasaña. Al mirar por la ventana pudo apreciar un atardecer con vista al mar.
Otra de las cosas que amaba del mar era esa, sin importar de donde ella lo pudiese ver seguía siendo hermoso.
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🌊Aquí les traigo el capítulo del día de ayer, espero les guste mucho el capítulo y le den mucho apoyo, disculpen si hay alguna falta de ortografía, comenten mucho por favor me encanta leer cada uno de sus comentarios, también quería decirles que ya están publicadas las dos nuevas historias que les había prometido, por si quieren pasarse a leerlas y a darles mucho apoyo, y nada cuídense mucho y sin más hasta el próximo capitulo🌊
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𝑆𝑖𝑟𝑒𝑛𝑎𝑠 - 𝐴.𝐺. {𝑨𝒅𝒂𝒑𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏}
FanfictionT/n una chica sirena que fue criada desde pequeña por su madre adoptiva, había crecido tranquilamente ocultando su secreto de otras personas, pero todo cambia cuando un día llega a su salón un nuevo compañero. Aidan, era el príncipe heredero al Rein...