Tardo más de tres horas buscando las conchas de mar, encontró de cinco tipos con distinto color y forma, hermosas. La que más le gusto, fue una en forma de caracol de color salmón claro, la dejo al final con un papel dentro de ella que decía <<Mira delante de ti>>, cuando ella hiciera caso, el estaría con un cartel en sus manos que pondría << ¿Quieres ser mi novia?>>
Solo esperaba que la respuesta que le diera T/n fuera positiva y no negativa, porque si no sería muy triste volver a ser rechazado.
Era miércoles por la mañana y Aidan se había levantado más temprano de los normal, a las cinco de la mañana. Tenía que organizar todo para cuando salieran de clases y llevar a T/n a la búsqueda del tesoro.
- ¿Qué te pasa?
- Nada es solo que... Estoy nervioso.
- ¿De qué?
- Vamos – Ignoro la pregunta de T/n y fueron a la escuela. –
- ¿Por qué tienes tantas ojeras?
- Porque no dormí bien – Moría de sueño, pero valdría la pena si conseguía lo que quería. –
Llego a la sala y se acostó en su puesto, debía aguantar al menos hasta la salida. Como si el mundo hubiera conspirado contra él, a la primera clase le tocaba historia, le gustaba, pero en las ultimas clases no hacían mucho más que leer.
En la clase estaba quedándose dormido, si el profesor lo encontraba durmiendo en su clase ese iba a ser su fin. Al igual que el profesor de educación física, este era conocido por hacer sufrir a los alumnos que no prestaban atención en clases.
La última vez que uno durmió en su clase, lo mando a la biblioteca a leer los libros más gordos que encontrara y debía hacer un resumen con sus palabras. O estaba otro, que se rio en clases solo por una palabra, el profesor le mando de "Tarea" hacer un cartel gigante con el significado de unas cien palabras al menos.
Debía aguantar, no quería pasar por todo eso. Al menos no hoy, pero el sueño fue más fuerte, justo cuando faltaban diez minutos para que la clase acabara, Aidan se queda dormido.
Un golpe en su mesa lo hace saltar, cuando miro hacia arriba estaba el profesor mirándolo con una mirada endemoniada. Daba miedo, demasiado.
- Entonces Aidan, ¿Cuándo fue que ocurrió la revolución rusa?
- ¿Que?... – No sabía qué hacer, miraba a los lados intentando que alguien le diese una pista de lo que hablaba. –
- Seré amable por esta vez y dejare que alguien lo ayude... Pero si no responde bien ambos tendrán una tarea que deberán entregarme antes de que termine la jornada.
- 1917, siglo XX – Pocos se atrevían a responderle al profesor, T/n estaba entre esas personas. –
- Salvado por la novia – Los sonidos de sus compañeros molestándolos no tardaron en aparecer, pero daba igual, si antes Aidan quería a T/n ahora la amaba – Bien aho-
Salvados por la campana.
Salieron tan rápido del salón como pudieron, no querían tener que enfrentar al profesor otra vez. Lo único que los animaba era que las siguientes horas tenían clases como artes, música y un taller de artes.
Aidan podría dormir en esas clases, debía estar con energía para la sorpresa que le tenía preparada a T/n. Llegaron junto a Peyton y Shiro, empezaron a hablar entre ellos.
- ¿Ya organizaste todo? – Susurró su hermana menor a su oído. –
- Sí, solo necesito que pasen las siguientes horas, ¿Recuerdas lo que tienes que hacer?
- ¿Sacar su mochila?
- Exacto – Ambos sonrieron y continuaron hablando con los otros. –
Por suerte para Aidan, los profesores de las clases siguientes eran blandos a la hora de hacer sus clases, solo necesito la primera clase para dormir. Después de tener la clase de música, llevo a T/n lejos de la sala para que Peyton pudiera sacar la mochila de la mayor.
Después de volver del receso, T/n no encontraba su mochila, Aidan se tuvo que morder la lengua para aguantarse la risa. Algo molesta ella se sentó en su lugar mientras se preguntaba de quien pudo haber sacado su mochila.
Termino la clase y el objeto aun no aparecía, salió de la sala, busco dentro de esta. No estaba. La sala estaba vacía, Aidan tampoco estaba, fue hasta su lugar con la esperanza de recordar donde la vio por última vez, pero no había caso.
Había una carta en la mesa de profesor, con algo de miedo la tomo y leyó lo que decía:
"La mochila aparecerá si encuentras el total, son cinco tipos distintos.
Una pista, son rígidas, duras y algunos animales la tienen en su exterior.
Suerte."
Enseguida su cerebro comenzó a trabajar, ni siquiera se había dado cuenta de que era una búsqueda del tesoro, ¿Qué podía ser?
Empezó a caminar por la escuela y logro ver una pequeña concha de mar, era de un rosado pálido. Fue ahí cuando se dio cuenta de que lo que debía buscar eran conchas de mar.
Comenzó a buscar algo que le diera una pista de donde estarían las otras que quedaban, pero no había nada. Miro la concha que tenía en su mano, sin saber por qué comenzó a sacudirla y de ella cayo un papel.
"Fácil, ¿no?
Ahora debes buscar las demás, ve y busca en un lugar con áreas verdes, cerca del mar.
Suerte."
Esa era simple, un parque. El parque con el que siempre va junto a Aidan, su novio, pero no novio, así lo llamaba ahora T/n. Sin más tiempo que perder fue a buscar la concha, quería su mochila de vuelta y nada la iba a detener.
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🌊Aquí les traigo el capítulo del día de hoy, espero les guste mucho el capítulo y le den mucho apoyo, disculpen si hay alguna falta de ortografía, comenten mucho por favor me encanta leer cada uno de sus comentarios, y nada cuídense mucho y sin más hasta el próximo capitulo🌊
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𝑆𝑖𝑟𝑒𝑛𝑎𝑠 - 𝐴.𝐺. {𝑨𝒅𝒂𝒑𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏}
Fiksi PenggemarT/n una chica sirena que fue criada desde pequeña por su madre adoptiva, había crecido tranquilamente ocultando su secreto de otras personas, pero todo cambia cuando un día llega a su salón un nuevo compañero. Aidan, era el príncipe heredero al Rein...