Mi hermano... Mi responsabilidad

Capítulo 6

Sirius se encontraba sentado junto a James, ambos estaban muertos del aburrimiento y quien los culparía llevaban horas en la fiesta que decidieron dar los Malfoy.

Se suponía que ya tenían edad más que suficiente para asistir a ese tipo de eventos sociales la verdad es que la tenían desde hace bastantes años, pero eran solo unos niños que días antes habían recibido por fin sus cartas de invitación para que asistan a Hogwarts, el dia que cada uno recibió la carta saltaron de emoción al fin asistirían a aquella famosa escuela, conocerían a nuevas personas con algo de suerte ampliar su grupo de amigos y ambos podrían comportarse como simples niños y no como los herederos de 2 de las familias más antiguas de Londres.

Saliendo de sus pensamientos Sirius dirigió su mirada a la pista de baile donde podía ver a Cissa bailar alegremente con Lucius, debe admitir que lucían muy bien juntos, eran prácticamente la pareja perfecta combinaban tan bien juntos el único detalle era la actitud de aquel omega pretencioso, al pertenecer a la familia Malfoy fue criado con todo tipo de prejuicios y la verdad era que Sirius detestaba entablar una conversación con él tan solo verlo malograba su dia.

Pero por el hecho de ser el siguiente Lord Black y además primo de Cissa debía conversar de manera recurrente con no solo Lucius sino toda la familia Malfoy, estaba dispuesto a sacrificarse por Cissa después de todo era la prima favorita de Regg y Sirius haría lo que fuera por verlo feliz.

- Sirius estoy muerto del aburrimiento - hablo por fin James.

- Y que lo digas estas fiestas son una idiotez, no entiendo que tiene de divertido ver a un montón de viejos hacer tratos y otro montón intentar llamar la atención de alguien. Se nota que los adultos se desesperan tratando de conseguir atención – la verdad es que la mayoría de cosas que se realizaban en este tipo de fiestas era ver como las familias negociaban entre sí para aumentar su riqueza atraves de tratos o uniones forzadas entre miembros de familias.

- Sirius mientras compraba algunas de las cosas que nos pidieron para asistir a Hogwarts encontré una poción para cambiar el color de él que lo beba.... ¿Qué te parece heredero Black si ponemos un poco de diversión a esta aburrida velada? – James tenía un brillo particular en su mirada mientras hablaba.

Sirius lo pensó durante unos minutos, si hacia algo como eso era bastante claro que terminaría castigado pero la verdad poco le importaba a esta altura de la noche estaba realmente aburrido, además en unas semanas más se iría para empezar su educación en la escuela.

Debía aprovechar todas las oportunidades que tuviera para molestar a su madre mientras pudiese, sabía que Walburga se aburriría en los meses que pasaría en aquel internado.

- Está bien joven heredero Potter hagámoslo- que tan mal podría salir una pequeña bromita como aquella.

- ¿Bien... pero a quien le daremos la poción? - no podían solo ofrecérsela a alguna persona seria demasiado obvio que ellos eran los culpables, hasta que una idea cruzo la mente de Sirius tenía el blanco perfecto.

- Sabe hace unos días escuche que Lucius compro unos pavos para que pasearan por los jardines ¿qué te parece darles un poco de color a sus plumas? – no podía esperar a ver la reacción y la cara que pondría el omega al ver que sus preciados pavos tomarían colores tan vivos.

Con cuidado de no ser vistos se escabulleron hasta llegar al lugar en donde aquellos animales habitaban, entre risas vaciaron el contenido del recipiente en el bebedero de las aves y una vez terminada aquella tarea regresaron al salón entre risas, solo tuvieron que esperar como 30 minutos para que alguien notase la peculiar apariencia que poseían aquellos preciosos pavos pues ahora su plumaje era de un color rojo muy brillante.