All With You |TaeGi|

Capítulo 2.

Hoseok y Namjoon se miraron entre sí, luego vieron a su amigo que se servía otra copa de vino, sin vacilar a mirar cuántas copas se había tomado antes de esa.

—Creo que deberías parar —comentó Hoseok—. Ya…

—Cállate —ordenó TaeHyung, tomando un largo trago hasta dejar la copa vacía.

Namjoon por su parte, alejó la botella antes de que Taehyung pudiera tomarla de nuevo. Sostuvo la mirada de muerte que le lanzó Taehyung y mantuvo su decisión de detenerlo.

—En vez de emborracharte hasta colapsar, deberías pensar en que harás. Si ese hombre viene por tu esposo, entonces-

—Le daré el divorcio. —Lo interrumpió.

Ambos alfas quedaron boquiabiertos ante esa confesión.

Taehyung tomó la copa de HoSeok sin escuchar las quejas de su amigo y bebió lo último que quedaba.
No iba a escucharlos a ninguno de los dos, sólo quería beber para mañana tomar la valentía de encarar a su esposo y decirle que era hora de anular su más que mal matrimonio que llevaban manteniendo por cinco años.

—¿Por qué? ¿Qué a caso no piensas luchar por lo que es tuyo? —Hoseok lucía más que agobiado por su amigo— Tú amas a Yoongi.

—Por eso lo haré —se encogió de hombros—. He limpiado su nombre, y le daré mi propiedad en París, le daré la mitad de todo lo que tengo para que viva feliz con aquel hombre.

—TaeHyung…

—Estoy cansado de fingir que nuestro matrimonio es bueno —los miró con los ojos inyectados en sangre tras todo el alcohol en su sistema—. Él no me ama como para quedarse conmigo, no lo mantendré a mi lado si él no quiere quedarse.

Él y Yoongi habían vivido de los desayunos en el comedor privado que tenían en su hogar, habían vivido del silencio en la biblioteca principal, dónde ambos leían en silencio sin molestar al otro. De los bailes ofrecidos a nombre de Taehyung y de otros duques. Habían vivido con habitaciones separadas una frente a la otra. Y con una gran pintura de ambos colgada en el largo pasillo de las escaleras, para después, seguirle otra pintura de ellos dos junto al pequeño Taeha, su hijo. Con salidas al campo cuando iban de casaría. TaeHyung creía que era la única actividad en el día en el que podía ver a su esposo sonreír auténticamente, mientras ambos competían por quién llevaba primero la cena a casa, o cuando ambos subían a los caballos y cabalgaban por los terrenos que le pertenecían mientras charlaban de cosas sin importancia.

—¿Qué hay de TaeHa? —le preguntó NamJoon— Es tu hijo, no puedes dejar que se vaya con Yoongi y vivan con otro sujeto.

Taehyung bufó y desvió la mirada.

—¿Qué otra opción me queda? —les preguntó a ambos— Se supone que TaeHa debe ir con su padre Omega, ambos poseen un lazo.

—Pero Taeha es tu todo.

Los ojos de Taehyung se llenaron de lágrimas al recordar el lindo rostro regordete de su pequeño. De sus ojitos mieles brillantes, y su voz cuando le decía ‘papá’ mientras bajaba las escaleras emocionado por verlo después de sus largos viajes.

—De todas formas, él no puede quedarse conmigo, necesita de YoonGi, y yo viajo mucho, no podría cuidarlo cómo es debido —negó con la cabeza—. Además, Yoongi sufriría mucho si le pido la custodia de Taeha. Quiero hacer las cosas sencillas para él.

—Desde que lo conociste has querido hacer todo más sencillo para él, has pensado en YoonGi antes que en ti, siempre —Hoseok jadeó incrédulo—. Tu eres el padre de Taeha, el único que ha conocido y el único al que debería de conocer. Te ganaste ese título. ¿Ahora dejarás que Yoongi se vaya y haga que otro hombre ocupe tu puesto?