All With You |TaeGi|

Capítulo 7

Seis años atrás. 1893, castillo de Arundel, Sussex Occidental, Inglaterra.

La mujer limpió el traje de su hijo con las manos.

— Te inclinas un poco, saludando a tu pareja de baile —le enseñó con un ejemplo.

Taehyung hizo exactamente lo que su madre hizo.

— Tienes que bajar un poco la cabeza, no mires a los ojos a tu pareja, muestra respeto, pero tampoco veas al suelo, eres un duque al final de cuentas.

— Son demasiadas indicaciones para un saludo antes de un baile —se quejó el joven alfa.

— Debes ser el único caballero allí —ambos se pusieron rectos de nuevo—. Ahora, regla de manos, nada de tocar de los omoplatos para bajo, es regla fundamental jovencito. Una falta de respeto para el Omega, y si harás un movimiento, debes informar con antelación y pedir permiso, ¿me entiendes?

— Sí, supongo.

Recibió un golpe de su madre en el brazo.

— Nada de "supongo", un caballero no va ahí poniendo sus manos dónde quiera. Es un "sí, madre, lo haré.". El respeto es desencia humana que todos deben tener.

— Ahora entiendo porqué te casaste a los 26 años —murmuró Amelia, la hermana de Isla, la madre de Taehyung.

Taehyung miró a su tía y sonrió un poco con aquella broma hasta que su madre le pegó de nuevo para que pusiera atención.

— Mírame, mañana sale tu tren a Kent, y yo no estoy dispuesta a que me digan que mi hijo ni siquiera sabe cómo comenzar a acortejar a un Omega.

— Estás enferma, hubiera bastado con que sólo me dijeras estando en cama —le dijo Taehyung.

— No, esto es importante —toció—. Debes ser un buen alfa, todo un caballero.

Con un suspiro, Taehyung terminó asintiendo ante su madre.

— Bien. Si un Omega tiene problemas con bajar las escaleras o del carruaje, tu haces...

— Debo ayudarlo —puso los ojos en blanco.

— ¿Qué hablamos de las manos?

— Pedir permiso.

— ¿Y si hace frío y su ropa no lo cubre lo suficiente?

— Darle mi saco —bufó—. ¿Y qué si yo me muero de frío también?

— Pues te aguantas —dijo obvia su madre—. Eres un alfa, aguantarás.

— O enfermarás —se burló Amelia.

— Preferible que lo hagas tú a qué lo haga un Omega —su madre lucía realmente decidida con ello—. Los omegas son más delicados y no tienen tantas defensas como un alfa. Resistirás.

— Como sea... —desvió la mirada.

— Bien —su madre soltó un suspiro cansada—. Amelia, repasen los bailes. Mi hijo tiene edad suficiente para pasar dos días en Kent en un baile de sociedad pero ni siquiera sabe bailar.

— ¡Lo intento! —Se quejó Taehyung.

— ¡No basta con eso! ¡¿Qué dirá la gente cuando sepa que el único hijo de los duques Kim no sabe cómo bailar un simple valz?! —Su hermana la ayudó a sentarse en el sofá—. Dios bendito, no vayas a dejar que mi hijo se quede soltero, por favor.

Taehyung la miró mal y su madre lo hizo de la misma manera.

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El castillo de Leeds al suroeste de Maidstone, en el condado de Kent, era una joya para bailes sociales, dedicados precisamente a los jóvenes debutantes u omegas y alfas que aún no habían encontrado una pareja.
Dos días del mes de diciembre de cada año había un flujo abundante de invitados, que, con bolsas de viaje en mano, y en caso de ser omegas, con sus sirvientes personales a un lado, empezaban a llenar los dos caminos en curva que llevaban a la puerta del gran castillo.
Todos los que iban estaban correctamente contados debido a las invitaciones enviadas, especialmente para que no hubieran intrusos a los cuales lanzar contra la nieve.