MARIONETA 3

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"CASA DE MUÑECAS"

Cuando al rededor de ti, las cosas, las personas y ambiente es cambiado de la noche a la mañana, es tan difícil tener una gota de sueño, tantas preguntas, tanta coincidencia era demaciado abrumadora.

— ¿ Su marioneta ? — sus ojos miraban con desprecio las cintas rojas — no entiendo cuales son sus intenciones

— Y tampoco es algo que tengas que entender — responde alejándose de ella

— es usted...¿ Un pederasta acaso ? — Liam arruga el entrecejo y ríe sin gracia

— no se si se le pueda llamar así a mi obsesión, ustedes, las niñas pequeñas son tan hermosas, son como... muñecas, ambas son idénticas físicamente

— no seré la marioneta de nadie, menos de usted, enfermo

— por eso no me gustan las niñas grandes de doce, once o diez años, las considero conscientes, saben lo que es malo y lo que es bueno, son difíciles de manipular porque saben perfectamente cual es el ambiente que les corresponde — Melody se da la vuelta, el solo estaba recostado sobre la puerta mientras sus ojos marinos la recorrían por completo

— ¿ que quiere decir con que seré su marioneta ?

— ¿ Que crees ? Dime que entiendes por marioneta — sonríe

(…)

La casa, era grande y hermosa por fuera, en medio de un bosque y cerca del mar, aislada de la ciudad, aislada de todos, pero por dentro, era el terror.

— por favor...— se escuchaba una voz triste, entrecortada por el llanto — me duele, por favor... bájame de aquí — una niña, de piel clara, ojos verdes, cabello rubio, labios rellenitos y maquillada con colores claros, poseía un vestido corto celeste, pero sus ojos eran dolorosos — ayúdame...por favor...— unas cintas azules la sujetaban de las muñecas, estaba colgada del pasillo del segundo piso, su rostro estaba rojo, lleno de lágrimas

— niña, ayúdanos — otra pequeña de cabello negro, se mantenía sentada en la ventana, con cintas en los tobillos, muñecas y codos, Melody sentía el dolor y el sufrimiento en ellas, pero no podía si quiera acercarse

— Regla número uno Melody — Liam sale de una habitación arreglándose la corbata del traje — Nunca puede pasar por tu mente la idea de ayudarlas — decía firmemente mientras las observaba

— ¿ Porqué les haces eso ? ¡¿ Acaso no ves que sufren ?! ¡ Eso es un acto totalmente inhumano de tu parte ! — grita con los ojos llenos de horror — ¡ Son niñas como yo ! ¡ Son frágiles ! ¡ SON COMO YO ! ¡ ERES UN...— las palabras se le esfumaron, solo salían pequeños balbuceos, estiró las manos mientras sus ojos se llenaban de lágrimas —  n-no, es-espera...— Liam estaba apuntando con una pistola a la niña de la ventana, con el rostro totalmente neutro

— Ella tiene un hilo en el cuello, es un hilo que al mínimo movimiento puede hacerla sangrar, si la mueves o yo decido caerle a tiros, no tendrás una linda imagen de ver que solo su cuerpo cae del segundo piso dejando la puta cabeza — Melody se cubre la boca con ambas manos, la niña solo mordía su labio inferior para no romper a llorar, porque solo ver la frialdad en la que lo decía, dejaba claro que el era un hombre muy cruel

— ¿ Porqué...? ¿ porqué eres...tan cruel ? — hablaba con la voz temblorosa

— las niñas que amarro, son las que se han portado mal, por eso merecen ese castigo, regla número dos para tí, no puedes intentar escapar de este lugar — sonríe — porque no estoy dispuesto a cometer el error del pasado, todo el maldito bosque, cada rincón a dónde se te puede ocurrir ir a esconderte, está lleno de mis putos hombres armados, de camaras y más atrás ¿ Sabes lo que hay ? — se acerca a Melody tomando la del cuello — osos, osos pardos que sin pensarlo te devoran y el mar — ríe — tampoco es aconsejable, todas ustedes estan rodeadas, pero incluso, si aún así te escapas, vas a jugar con los perros entrenados en olfatear el olor de las presas y una vez que la encuentran...¡ LA MATAN ! — grita apretando el agarre — Regla número tres, Melody, aquí se hace lo que yo diga, sin rechistar, porque las marionetas como tú, van tener que depender de mi, incluso hasta para hablar, serás mi puta marioneta o... serás...

(…)

Una vez que el terror te consume, ya no sabes como escapar, como quitarlo de tí. Una vez que los ojos de una niña ven la verdadera crueldad, no vuelven a la normalidad, estarán rotos hasta el fin de los días.

Aquel lugar, era una casa de muñecas, habían niñas que se dividían en dos bandos. Las muñecas y las marionetas. Las muñecas, son niñas que solo deben sonreir, lucir su belleza, ser muñecas en todos los sentidos. Pero, las marionetas, están para ser el entretenimiento del anfitrión...

En cuanto el día pereció, los ojos rotos de Melody veian a las demás niñas, eran como princesas, pero las que solo eran marionetas, no tenían vida, sus ojos estaban rotos también.

— señorita Melody, la cena está a punto de comenzar, se le espera en el comedor — un chico rubio, vestido de traje negro se había detenido frente a ella, se veía jóven, pero se le notaba que era igual de cruel que Liam

— Adrián...— la niña rubia aún atada del techo habla mientras las lágrimas salían como cataratas

— ¡ Silencio ! — grita el chico enojado — El señor Liam le dejó en claro que no tiene permitido hablar mientras está siendo castigada

— me duele, hermanito, por favor...

(…)

Los humanos, son una raza extraña, se pelean entre ellos causando la muerte de su misma especie, solo por el egoísmo. Son tan crueles, no saben medir la injusticia, son tan egoístas...

Melody siempre fue criticada por ser albina ¿ Porqué ? Ni ella misma sabe, desde que tiene conciencia, fue despreciada hasta por su propia madre. El lugar donde ella vivía antes, dónde ella nació, nunca lo vió como su hogar, su madre, eran la matrona de allí, todos los niños que habitaban aquella casa, algunos eran sus hermanos, otros eran abandonados en ese lugar por sus propios familiares y los demás eran hijos de las sirvientas que les eran arrebatados para formar parte de la lista para ser comprados. Por eso, desde que Melody nació, veía con terror a las personas adultas, eran tan crueles...

— llamaba para hacer un pedido, me han hablado que usted posee la mejor producción de vinos — sonríe — y yo soy un amante de aquel jugoso líquido — Liam tenía una sonrisa arrogante mientras escuchaba la voz de una chica al otro lado de la línea — ¿ Y su nombre es ? — su sonrisa se estiró mas — Bella, pero que lindo nombre...

~°SU MARIONETA°~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora