MARIONETA 6

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"NO ES UN PLACER"

En aquél momento solo quedaba llorar, solo quedaba desahogar la rabia a través de las lágrimas, a través de los gritos de pura desesperación. Ella solo se observaba frente al espejo, vestida de novia, pero el sabor repugnaba aún mas aquel día, cuando se dió cuenta de que el vestido era igual que el que tuvo que vestir cuando niña para "casarse" con aquel pelirrojo. Un vestido blanco con un moño verde a la altura de la cintura, una tiara la cuál iba junto con el velo, adornando su cabellera rizada y unos tacones a juego. Los demás la veían hermosa, pero ella...todo lo contrario.

— ¿ Ya estas lista ? — habla Liam entrando a la habitación con los ojos cerrados, solo le tomó un par de semanas organizar toda la boda — no quiero abrir los ojos, eso es de mala suerte — ríe

— Y aunque no los abras ya hay mala suerte, imbécil — escupe con rabia intentado no derramar ni una lágrima, no le darían el lujo a aquél hombre verla débil ante el

— Cuida el tono en que me hablas Bella, vas a ser mi esposa y me debes respeto — se le acerca abriendo los ojos — ¿ Te gusta el vestido ? Mande a hacerlo como cuando eras mas pequeña

— repugnante...

— ni se te ocurra dejar escapar una lágrima, se te arruinará el maquillaje — habló seriamente mientras se arreglaba la corbata — lo mejor de esto, es la luna de miel, cariño — la toma de la cintura ella estando de espaldas a el, posando la barbilla en su hombro — cuando eras pequeña, me asustaba corromper tu cuerpo, pero siempre tuve deseos de saber que sabor tienes y al fin...mi deseo se va a cumplir — sonríe mientras que con sus dedos quita el cabello del cuello de ella para plantar un beso — ahora...si eres mía

Todas las amenazas que soltó aquel demonio, la rodeaban, no había escape, estaba vez era difícil salir de sus manos, o mejor dicho, salir de las cintas que la ataban.

El violín comenzó a sonar, dejaba que la música fuera reconocida, era la llegada de la novia. Bella sostenía el ramo de flores, mientras caminaba con cuidado por la hierba, manteniendo la mirada abajo, sus ojos estaban cristalizados, estaban rojos, intentaba no romper a llorar en aquel momento. Liam la observaba con una sonrisa, algunas niñas estaban presentes para formar el público, los testigos estaban a cada lado de los novios.
Y la tortura... empezó.

— Queridos amigos aquí presentes, nos hemos reunido en este día para unir a este hombre y a esta mujer en sagrado matrimonio...— comenzó a decir el hombre que aparentaba la misma edad que Liam, mantenía la seriedad y firmeza en su voz mientras sus ojos oscuros repasaban a los novios — ¿ Liam, recibe usted a esta mujer para ser su esposa, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarla, honrarla, consolarla y cuidarla, en salud y enfermedad, guardándole fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas ?

— Acepto — sonríe con malicia

— ¿ Bella, recibe usted a este hombre para ser su esposo, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarlo, honrarlo, consolarlo y cuidarlo, en salud y enfermedad, guardándole fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas ?

—...yo...— no tenía porqué dudar, no tenía ese derecho, la sonrisa de Liam se borró al instante al ver que su futura esposa estaba dudando cuando la respuesta era mas clara que el agua.

Bella comenzó a temblar, respiraba profundamente intentando contener la ira, intentado contener las lágrimas inquietas. Su cuerpo temblaba, todas las miradas estaban sobre ella.

— Bella — nombra Liam en tono amenazante, cansado de la espera

Pero, la mujer se le acercó y sin esperarlo nadie, ella levantó la rodilla rápidamente para que la entrepierna de Liam recibiera el golpe. El pelirrojo cayó de rodillas al suelo, con el rostro rojo mientras sus manos agarraban la zona afectada, intentaba calmar su respiración, no podía ni insultar a muerte a Bella por el dolor que sentía.

— Si no puedo evitar ser parte de este matrimonio, por lo menos te daré el primero de las tantas lecciones que te mereces — escupe venenosamente mientras Liam se levantaba fulminandola con la mirada

(…)

El aire estaba tranquilo afuera, se podía escuchar la olas chocar contra algo sólido, por lo que daba a entender que el mar estaba cerca, el día perecía con lentitud, por lo que el ambiente era mas tranquilo a los alrededores.

No había intenciones para escapar, porque era algo imposible, Melody decidió entrar en otro tipo de ambientes, dentro de aquella casa, el ambiente eran tenso, sen sentía raro, había una mezcla entre tristeza, miedo y rencor.

La albina le dió la vuelta a la casa hasta llegar a la parte de atrás donde un perro casi se le lanza encima sacándole un grito asustada provocando que caiga sentada al suelo.

— Suerte de que el perro esté amarrado, de lo contrario...no tendrías un buen final — Un hombre se le acerca para ayudarla, pero la niña no acepta la ayuda y se levanta sola — ¿ Estas enojada porque el perro te asustó ? — se burla

— No quiero aceptar la "ayuda" de ninguno de este lugar, son unos monstruos — El hombre niega con la cabeza mientras sonríe

— Tampoco es que me guste trabajar entrenando perros para que maten niñas — confiesa

— ¿ Y entonces porqué no lo dejas ? ¿ Porqué sigues aquí ? — pregunta la albina arrugando el entrecejo

— Porque no es tan fácil irse sin más, hay muchas razones por la que estoy aquí haciendo este trabajo tan horroroso, pero...¿ Tu que haces afuera ? Tengo entendido que no tienen permitido salir

— solo vine a respirar aire puro y no a olor a sangre, solo eso — sin más se da medía vuelta para regresar

— ¡ Espera ! — se le acerca corriendo logrando detener su paso — ¿ Cuál es tu nombre ?

—¿ Se lo vas a reportar a Liam ? — pregunta mirando la hierba con la mirada muerta

— No, solo quiero saber tu nombre — sonríe

— Melody...

— ¿ apellidos ?

— mi madre nunca me dió apellidos, solo el nombre — se cruza de brazos y el hombre desconocido solo asiente agradeciendo — para estar iguales, dime el tuyo

— Eric...un placer

— no me da placer conocerte, igual, quieras o no...para mi eres uno mas de la manada de monstruos que hay aquí...

(…)

Liam había salido hace poco, dejando que sus hombres se ocupen de la vigilancia y protección de la casa. Pero Melody no estaba dispuesta a dormir tan pronto, porque por su cabeza no dejaba de pasar preguntas con respecto a la chica llamada Bella.

Una vez fuera de la habitación, se dirigió a la de Liam y con mucho cuidado, abrió la puerta evitando cualquier ruido. La imagen de aquella chica, solo en ropa interior, con las muñecas adornadas con cintas que provenían de argollas unos centímetros arriba de su cabeza en la pared, con los ojos rojos y llorosos, la llenó de ira.

— ¿ Acaso te quieres morir ? — Melody se erizó al oir la voz quebrada de aquella mujer — Si ese tipo vuelve y te ve dentro no quiero saber que pasará a continuación, porque no lo voy a soportar más, otra vez no...

— ¿ Acaso el ya ha hecho esto ? ¿ Toma niñas de edades menores y las manipula ?

— Si, pero no añadió la locura de marionetas, solo éramos muñecas, unas de adorno y las demás que quedaron rotas la torturaba abusandolas

— entonces tu fuiste anteriormente...

— su muñeca, por favor...sal de aquí, no estoy nada tranquila y menos con tu presencia, ese hombre te hará algo muy malo, por favor vete...

— y...¿ No tengo forma de poder ayudarte ? — Bella ríe secamente

— No hay ninguna forma, por ahora...no la hay

Melody se da la medía vuelta y decide irse antes de que Liam vuelva. En el lugar todos eran monstruos y quién llevaba la corona era Liam, el rey de la crueldad.

— ¿ Que hacías ahí dentro ? ¿ Buscando tu propia muerte ?

~°SU MARIONETA°~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora