—Victoria levántate, ya son las 5:30 — Escuché como me sacudía mi madre mientras me quitaba las cobijas.
— 5 minutos más, por favor...— Decía aún adormilada.
— Eso hubieras pensado antes de estar toda la madrugada conversando— Respondió enojada.
— Okay, prometo levantarme, pero dame 5 minutos, no te pido más — Volví a cubrirme con las cobijas.
—Si lo que quieres es dormir... Perfecto, en este momento voy a llamarle a tu profesora que no asistirás— Salió de mi habitación tiró todo mi uniforme al suelo y salió de mi habitación.
Me desconcertó mucho, pero tampoco iba a mostrarle que me afectó o darle la razón... al contrario, me levanté, vestí y maquillé, así para que al salir me encontrara lista y solo tuviera que llevarme al lugar en donde iba a ser el punto de encuentro.
5:40 AM:
— Ya estoy lista ¿Puedes ir a dejarme? — Dije mientras bajaba las escaleras a la sala.
— ¿No que no te ibas? Yo ya me volví a poner la pijama, no pienso volver a cambiarme así que si de verdad quieres irte, levántale a tu padre o anda sola— Respondió sarcásticamente.
Sentí una presión en el pecho, un nudo se formó en mi garganta e inmediatamente quise salir huyendo de ese lugar, volver a mi habitación y llorar era lo único que anhelaba hacer porque mi madre estaba siendo muy injusta conmigo.
— Está bien, entonces prefiero irme sola, si quieres saber de mí puedes comunicarte con las mamás de mis amigas, y si no... nos vemos en la noche— .
— Victoria, es que era sarcasmo el decir que te ibas a ir sola, cuando no quisiste levantarte ya le escribí a tu instructora que te despertaste un poco enferma y que por esa razón no podías ir, así que lo lamento, si quieres puedes devolverte a tu habitación y arreglarla, aprovecha de una vez desmaquillándote por favor, porque tampoco tienes permiso para salir — Lo dijo como si nada y subió las escaleras triunfante.
5:55 AM:
Tenía muchísimas ganas de llorar, y los síntomas que ya tenía estaban agravándose, mis manos temblaban y sabía que se avecinaba algo de lo que ya estaba aprendiendo a desprenderme... un ataque de ansiedad.
Inmediatamente varias imágenes de mis pasadas recaídas empezaron a invadir mi mente, todo lo que tenía guardado estaba saliendo nuevamente y yo simplemente no podía controlarlo.
— ¿Qué haces ahí aún vestida? ¿No entendiste que te dije que no ibas a salir a ningún lado? Ya sube a tu cuarto que me agobia verte ahí parada— Mi madre se asomó al pasillo por donde se puede ver la sala, por ende a mi.
— Victoria ¿Me estás escuchando? O acaso necesitas que baje a repetirte las cosas como cuando eras más pequeña — Al notar que no obtuvo ninguna respuesta por mi parte siguió ofendiéndome.
Cuando dijo eso fue como revivir todos esos recuerdos, los cuales suponía que estaban superados y bloqueados por mi propia mente.
— Suficiente Victoria, te di dos oportunidades para ir a tu habitación y no me obedeciste, estoy harta de ti — La vi bajar por las escaleras llena de furia, sabía lo que estaba por pasar pero mi cuerpo no me permitía reaccionar... Internamente pedía auxilio, no quería revivir traumas y menos aún estando ya en un ataque de ansiedad.
Lastimosamente las palabras no salían de mi boca y mis piernas a pesar de querer hacer un esfuerzo por moverse, no podían hacerlo, es como si hubiera tenido una parálisis, así que la única solución que le encontré a ese momento fue el disociar...Mientras la veía sacudiéndome y golpeándome por todo el cuerpo mi subconsciente me repetía que no dejara salir ninguna lágrima, al hacerlo ella sabría lo mucho que me afectó y estaría contenta con mi sufrimiento, pues gran parte de mi vida fue así.

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LO QUE NUNCA TE DIJE
Teen Fiction¿Alguna vez has creído en el amor a primera vista? ¿El famoso amor de telenovela? Déjame decirte que dichas historias pueden estar basándose en la vida real, donde una escritora demuestra todos sus sentimientos mediante un guión, para que los actore...