Harry pasaba la mayoría de las tardes con Louis, cantando para olvidar sus problemas y mejorar poco a poco la manera en la que hablaba. Cuando estaba en su casa, tomaba prestado el reproductor de música de Louis, y practicaba también por su cuenta. Las últimas semanas había estado rogándole a su madre para que le comprará su propio reproductor de MP3, así no tendría que tomar prestado el de Louis.
Al final, las cosas habían mejorado un poco para él en la escuela. Después de que pudiera cantar la canción que había estado ensayando con el ojiazul, algunos de sus compañeros se habían acercado para decirle que tenía una voz muy buena. Eso le dio la confianza para deshacerse un poco de su timidez, y mostraste un poco más seguro de sí mismo. Si bien no se había vuelto popular de un día para otro, al menos las burlas constantes hacia su persona habían parado.
También estaba pasando por una buena racha en su hogar. Le habían dado un aumento a su mamá, lo que había permitido a Jeff que dejara de trabajar doble turno en la fábrica de motores, y aunque ahora él tuviera que soportarlo más tiempo en la casa, el que tuviera una carga más ligera de trabajo parecía ponerlo de buen humor. Incluso había llegado a comprar flores para su madre una que otra ocasión. Harry no sabía exactamente como sentirse al respecto, amaba la sonrisa de felicidad de su madre a momentos, pero luego recordaba como se veía cuando las cosas con Jeff se ponían difíciles, y no podía evitar pensar que todo aquello no era más que un acto barato que podía detenerse en cualquier momento.
Otra cosa que había cambiado su rutina en la escuela eran las clases de educación sexual que habían implementado en su curso. El tema todavía hacia que sus orejas se pusieran rojas y todo su rostro se calentara. Él sabía cosas, por supuesto, aunque se las diera de inocente. Había puesto atención a sus cursos anteriores, y su mente jamás iba a dejarle olvidar las imágenes de aquel libro que había leído a escondidas, sacado furtivamente de uno de los estantes más altos del librero de su abuelo, donde se encontraban todas las lecturas que los adultos querían mantener alejadas de los ojos curiosos. Eso sin contar todas las cosas que había escuchado a sus compañeros decir, pláticas bochornosas que los chicos no se molestaban en murmurar a su alrededor porque prácticamente lo consideraban invisible.
Harry no había estado particularmente interesado en ninguna de las lecciones, hasta que llegaron a un tema que de inmediato llamó su atención: el género secundario.
No era ningún secreto para él saber cómo funcionaba el mundo en el que vivía, sabía que su mamá era una beta, que su padre definitivamente había sido un alfa, y que él también había resultado serlo. Sabía las características generales de esos dos géneros, sobre como la mayoría de los alfas tendían a ser más capacidades físicas como la fuerza, o instintivas como era el caso de la protección.
Sabía menos detalles sobre los omegas, porque lo único que se mencionaba sobre ellos era su fragilidad, o su delicadeza que a menudo resultaba totalmente atrayente, y la manera en la que su aroma hacía que los alfas perdieran el uso de la razón.
Sin embargo, había muchas otras cosas de las que él no estaba enterado. Era mucha información para procesar, las feromonas, los celos, el lazo... Términos cuyos significados estaban en el fondo de su mente, pero el menor no podía recordar exactamente como los sabía.
Mientras más se adentraba en esa plática, más se preguntaba cómo era que ninguna de esas características afines a su segundo género no se habían presentado él. Su naturaleza tímida era una cosa que podría pasar desapercibida si alguien no lo conocía, pero su complexión delgada, sus hombros escuálidos y su estatura debajo del promedio seguro que no. Nadie jamás podría adivinar que él era un alfa. A veces él mismo pensaba que debía de haber alguna clase de error en el examen médico que le habían realizado.
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𝑶𝒗𝒆𝒓𝒅𝒐𝒔𝒆 • l.s. [HT+LB]
Fanficlarry omegaverse En las calles sombrías de la ciudad de Detroit, el detective Harry Styles se ve inmerso en la lucha contra un cartel de drogas implacable. Mientras investiga, se cruza con Louis, un adicto atormentado y su primer amor de la infancia...