Gemelos Gonzales

Capitulo 8

MIRELIS MORALES

-Gracias, que tenga un buen día.- Dije amablemente a la señora que acaba de hacer sus compras para el almuerzo.

-Veo que hoy estas muy animada.- Me dice Jien, mi compañera de trabajo, desde el otro lado del mostrador.

Hoy era sábado, y si, debería de estar en casa arreglándome para mi salida con Luka y los demás, pero recordé que no tenia ni un centavo en mi monedero, y para ir a un club de ricos, todo me saldría caro, a pesar de que mi jefe que haya dado unos días de descanso, yo le roge que me dejara volver a trabajar.

El cayo rendido ante mis suplicas y accedió a dejarme trabajar medio tiempo.

-Lo estoy.- Le digo, sonriente.

-¿Y eso?.

-Te lo diré, hoy saldré a un club con los gemelos Gonzales.

-¿Gonzales? Oh dios mío.- Se toca el pecho dramáticamente.- ¿Qué especie de ritual satanico hiciste?.

-Uno muy bueno.- Reí.

-Necesito el secreto.

-Haz galletas mágicas, se las das y caen rendido a tus pies.

-Como no lo pensé.- Dice la rubia, incrédula.

-Ahora lo sabes, pero Shhh, no se lo digas a nadie.- Ambas reímos.

Llevo trabajando junto con Jien hace dos semanas, aunque ella sea de una familia millonaria, eso no la impide a que ella quiera trabajar. Jien en ciertas ocasiones me a contado que odia el hecho de ser parte de una familia adinerada, por todas las reglas que debe cumplir, y por el hecho de que a sus padres les importa mucho lo que sus amistades piensen de ellos.

Recuerdo la vez que su madre vino aquí y le hizo un gran sermón por el simple hecho de que Jien este trabajando ¿Qué tiene de malo trabajar? si, puede que este puesto de trabajo no sea como los de las grandes empresas, aquí no tienes una secretaria que te traiga el café en las mañanas. Pero igual es un trabajo como cualquier otro.

-¡Ayudaaa!.

Jien da un brinco del susto por el grito que proviene de la puerta trasera.

-¿Por que gritas?.- Pregunte incrédula.

-¡Mirelis, tu amiga quiere entrar!.- Exclama, Joel, mi compañero de trabajo.

-Joder, solo déjame pasar, Joel.- La voz de Samy se escucha por la puerta trasera.

-¡NO!.- Insiste.

Puedo oír el gemido de dolor de parte de Joel, Samy lo había golpeado para poder pasar.

De entre la puerta veo entrar a una Samy, bastante sonriente.- ¿Le pagan por hacer de portero?.- Pregunta señalando a Joel.

-El piensa que le aumentaran el sueldo por hacer de guardia.- Ríe Jien.

-¿Qué haces aquí?.- Pregunte a Samy.

-Vengo por ti, ya es tarde.

-¿Tarde? pero si recién son las.- Miro mi reloj.- ¡CUATRO Y MEDIA!.- Grité desesperadamente.

-¿Saldrás?.- Pregunta Joel, saliendo de entre las puertas.

Asiento.

-Jien ¿Quieres venir con nosotras?.- Ofrece Samy.