✬𝒑𝒓𝒊𝒔𝒊ó𝒏 𝒚 𝒖𝒏 𝒃𝒂ñ𝒂𝒅𝒐𝒓✬

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Norton Campbell

Al principio Vera tuvo que firmar un papel en el cual acordaba que todas sus acciones comprometedoras dentro del hotel serían notificadas a sus tutores, cosa que no pareció molestar mucho a Vera, pues ella solo firmó y aceptó todo sin preocupación alguna, incluso cuando eso incluía decirles a sus padres que entraría a su habitación con tres chicos.

– ¿tus padres no te mataran por esto? – preguntó Mike, quien nos había seguido todo el recorrido de la escuela al hotel con el único objetivo de saber qué hacíamos nosotros con Emile. Afortunadamente, la noticia era muy reciente y las personas aun no le reconocían en la calle.

– por ellos no te preocupes, mientras me den dinero saben que no tenemos por qué tener contacto – respondió la chica indiferente.

La habitación era grande, aunque obviamente solo tenía una cama.

– y, ya que estamos en un lugar privado ¿se puede saber quién es él y por qué aparece como fugado de un psiquiátrico? – retomó Mike una vez que Vera cerró la puerta.

– ¿por qué crees? Porque escapó de un psiquiátrico – se auto respondió la chica.

– ya, pero ¿por qué eso los involucra a ustedes? – insistió.

– eso que te lo explique tu bestie – dijo Vera mientras hurgaba en los cajones de los muebles – yo estoy agotada.

– ¿por qué no tomas un baño? Tal vez te relaje – recomendé. Vera miró a la nada dudosa.

– sí, lo haré. Cuiden a Emile – encomendó mientras desaparecía tras una puerta que probablemente era el baño. Inmediatamente, Mike y yo dirigimos la mirada a Emile, quien olfateaba con notoria curiosidad la botella de refresco que había sobre la mesita de centro.

– ¿quieres abrirla? – le pregunté mientras me acercaba a él – tiene un delicioso líquido adentro – Emile me miró sorprendido y luego asintió eufórico, acto seguido abrí la botella para él y se la extendí, este la tomó y volvió a olfatear. Luego tomó un diminuto sorbo para calar el sabor, que al parecer le había fascinado porque después se empinó la botella hasta beberla entera.

– ¡wow! Más despacio, puedes ahogarte – comentó Mike mientras separaba la botella de sus labios, evitando así que la vaciara en su boca, la cerró y la dejó sobre la mesa nuevamente para luego girarse hacia mí. – ¿ya me dirás en que te metiste estas últimas semanas?

Suspiré apenado. Mike era mi amigo, probablemente el mejor en este instante, pero ¿cómo le decías a tu mejor amigo que ayudaste a un enfermo mental a fugarse de un psiquiátrico que no era muy moral?

– Norton ¿qué me estás ocultando? – presionó cruzado de brazos, cosa que me intimidó más.

Abrí la boca para hablar, pero me vi interrumpido por el sonido de mi teléfono, era una llamada. Dejé la inexistente conversación con Mike para sacar el artefacto de mi bolsillo y mirar la pantalla; me estaba llamando un número desconocido. Dudoso contesté y llevé el móvil a mi oreja.

– ¿hola? – dije dudoso.

¡Norton! Primo ¿cómo estás? – habló la voz al otro lado de la línea. Me quedé estático ¿primo?

– ¿disculpa? – interrumpí con educación.

soy yo, tu prima... Ada – ahora entendía, pero ¿por qué hablarme como si fuera familia?

– ¿está todo bien? – preguntó Mike al verme tan confundido, pero lo tranquilicé asintiendo.

– ¡Ada! Hola, estamos bien acá ¿y tú? – continué la conversación lo más natural que pude.

。゚・☆ 𝖑𝖆 𝖆𝖈𝖆𝖉𝖊𝖒𝖎𝖆 𝕺𝖑𝖊𝖙𝖚𝖘 ☆・。゚(identity v)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora