Capítulo 43

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JENNIFER


Irnos a vivir juntos tal vez fue una decisión de lo más apresurada pero no nos había ido tan mal, como ambos trabajábamos la mayor parte del día el apartamento pasaba reluciente y nos habíamos repartido los gastos de la casa a regañadientes de mi parte. Ahora lo que más temía: la convivencia con tu pareja las 24 horas.

No les voy a mentir, habían días que discutíamos ya sea por situaciones insignificantes o por algo realmente serio, ya sea porque no se lavaron los trastes o que uno de los dos se adelantara con el pago pero eso nos ayudó a mejorar las cosas como pareja y como amigos, este proceso nos permitió aprender a liar con algún problema sin envolvernos con insultos o gritos.

Aprendimos una manera de dejar de estar enojados el uno con el otro: ver una película.

Habian veces que Nick solía llegar estresado del trabajo y solo bastaba poner algo de Disney en la TV para que saliera una sonrisa de sus labios, cuando la situación era al revés, siempre conseguía cambiarme el humor poniendo Friends, la cual se volvió nuestra serie favorita y estaba orgullosa por eso.

Recuerdo con exactitud la última discusión que tuvimos con respecto al dinero:

—¿Por qué eres tan terca? No quiero hacerte sentir menos ni nada de lo que piensas...

—Entonces déjame pagar la mitad de los gastos —dije, tratando de no enfadarme más

Estábamos alrededor del pequeño mesón de la cocina con las facturas de por medio de nosotros.

—Aprecio que quieras hacerlo pero yo te saque de tu casa y por ende yo me hago cargo

—Primero, no me sacaste porque fue una decisión mutua ¿sabías, Nicolás? Y Segundo, no soy un objeto del que debas hacerte cargo ya que por algo trabajo

—Me llamaste Nicolás... —vocifero, mirándome atónito

—Se serio, estamos teniendo una conversación

Asintió con la cabeza pero trataba de mostrar que seguía indignado.

—¿Por qué no puedes aceptar que yo pague todo y tú ahorras tu sueldo?

—El apartamento es de los dos según indica el contrato y yo quiero colaborar

—No puedo hacerte decistir de la idea ¿cierto? —sigilosamente tomo mi mano por sobre todos los papeles

—Mientras trabaje, no, me gusta ser independiente y no me alegra pensando en mi como una mantenida porque yo te amo, tu igual y la vivencia juntos es compartida, cuando seamos padres podría aceptarlo

Vi como sus ojos adquirían un ligero brillo ante la mención de un futuro juntos.

—Después de que nos casemos, te voy a embarazar instantáneamente para que me des el honor de pagar todo

Reí ante su comentario para luego buscar su cuerpo con mis manos .—Entonces ¿yo pago la luz y el internet?

—Solamente eso, yo me encargo de la comida y lo demás

A pesar de que nuestros sentimientos eran fuertes, esa fue la única vez que hablamos sobre casarnos y formar una familia, podría decir que nos daba miedo adelantarnos tanto o simplemente disfrutábamos el presente sin más.

*

Nuestros amigos solían venir a visitarnos cada que podían y como no, el apartamento tenia habitación de invitados y se quedaban a dormir cuando la situación lo ameritaba: estar demasiado ebrios.

—¡Es mi turno! —gritó Henry pero una gran mano sobre su espalda lo hizo detenerse

—Lamento que hayas forzado tus cuerdas vocales pero es mi turno —Matías se estiro hasta el pequeño recipiente en medio del suelo para sacar un papel de su interior

Lo Que Pudo Ser -1- (Completa) EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora