>prólogo>

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«¿Irás a la fiesta de apertura?» esa era la pregunta que rondaba los pasillos de cada facultad perteneciente a la universidad One Piece. Y es que el decano general de la institución lanzó una propuesta imposible de negar para cuerpo estudiantil.

«Una fiesta en la playa para unificar y establecer mejores relaciones con cada facultad» esas fueron las palabras del decano Garp antes de su jubilación, éste quería irse recordando a sus amados estudiantes con una sonrisa, verlos divertirse, gozar junto a ellos, etc.

Su propuesta fue bien recibida por los alumnos, quienes no tardaron en aceptar para cumplir el último deseo de su querido decano.

La fiesta se realizaría el sábado antes de comenzar el nuevo semestre académico.

Los preparativos habían sido realizados, Monkey D. Garp haría una fiesta a lo grande en el complejo de hoteles «Marine», utilizando su influencia, amistades y alguno que otro soborno consiguió que le rentaran todo el enorme hotel por un solo día. Todo estaba listo, la música, los arreglos, las bebidas, la comida; cada facultad donó gustosa uno a uno de dichos elementos para llevar a cabo la fiesta.

Y el ansiado sábado llegó.

Todo el cuerpo estudiantil de la universidad se encontraba en la playa, algunos compartían cócteles en las piscinas del hotel, otros bailaban en la arena, muchos charlaban animándome en las sillas del patio, había competencia de bebidas entre profesores y estudiantes, comida, risas, algunas lágrimas, sudor; pero por sobre todas cosas: diversión.

—¡Capitán!— oyó a alguien llamarle, quizá estaba un poco ebrio, pero no le importaba mucho. No siempre tenía oportunidad de irs a fiestas, podía darse el lujo disfrutar y descuidar un poco su firme forma de ser.

Penguin venía hacia el con un sixpack de cervezas, su amigo sonreía con las mejillas ligeramente sonrojadas. Law quiso reír al verlo tan formal en una fiesta de playa, lo que más vería era chicos en poca ropa y chicas en bikinis.

—La cola era enorme— le informó Penguin sentándose a su lado, ambos tomaron una lata de alcohol y brindaron —¡Este será un último año increíble! Conseguiré una novia, un auto...— Law dejó de escuchar a su amigo observando la arena, el sol estaba ocultándose y aún habían muchas personas en el mar riendo o jugando, también abundaban los grupos bailando.

La música a todo volumen mezclada con el murmullo de los que lo rodeaban le tenían delirando, se sentía en las nubes con tanto alcohol circulando libremente por su torrente sanguíneo. Oía conversaciones aleatorias de chicos sentados a unos cuantos metros, pero no les daba mucha importancia.

—¿La viste? Es una pelirroja ardiente— decía uno señalando hacia adelante, la curiosidad de Law salió a escena y paseó sus ojos por la playa en dirección donde se señalaban los chicos. Había una chica de cabello naranja, verdaderamente parecía una pelirroja, se encontraba de espaldas bailando y podía afirmar que tenía un cuerpo de infarto.

Law no era del tipo de hombre que hablaba de forma morbosa sobre una mujer, sin embargo el las curvas de la cintura de aquella chica lo tenían hipnotizado, la forma en la que balanceaba sus caderas al ritmo de la música, su traje de baño pegado a su sudoroso cuerpo...

—Es la Gata ladrona de la facultad de arte— respondió otro, Law no conocía a muchas personas de dicha facultad. De hecho, no tenía ninguna amistad en alguna carrera que implicara arte, la mayoría de sus amigos eran de la facultad de deporte y atletismo, unos cuantos de medicina y algunos cercanos de ciencias contables.

Dejó es escuchar conversaciones ajenas y siguió bebiendo más cervezas, su cuerpo comenzó a moverse solo y cuando se dio cuenta estaba en la arena bailando. Penguin no aparecía por ninguna parte, los demás estaban muy centrados en lo suyo como para prestarle atención a Law y su intento de mantenerse firme bailando.

𝕽𝖚𝖒𝖊𝖚𝖗𝖘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora