>08: Orgullo herido

67 12 12
                                    

«Nico Robin pertenecía a una pandilla de extorsionistas»

。 ☆ 。  ☆。  ☆
★。 \  |  /。 ★
𝗥 𝗨 𝗠 𝗘 𝗨 𝗥 𝗦
★。 /  |  \。 ★
。 ☆。   。  ☆。

—¿Está escuchándome, capitán?— la voz de Penguin logró sacarlo de sus cavilaciones, parpadeó un par de veces tratando de recordar de que estaban hablando pero falló. Su compañero negó con la cabeza y suspiró —Olvídelo, mejor le preguntaré a Shachi— y se fue dejándolo solo en el comedor.

Maldijo en voz baja y se revolvió el cabello, las palabras de la pelirroja se repetían en su cabeza como un bucle sinfín. Aquella tarde en el Baratie, ella le había dicho tantas cosas, estaba afectándole más de lo que debería.

Lo estaba observando incrédula, llevaban observándose alrededor de diez minutos en completo silencio. Lo único que escuchaban era el cotilleo de las señoras que tomaban el té en la mesa contigua, también los ruidos del barista y su máquina. Nami parecía tener una lucha consigo misma, mientras que él solo rememoraba esa noche con lujo y detalle.

—No puede ser cierto— murmuró la pelirroja tomando un sorbo de su café frío —¿Insinúas que me acosté contigo?— preguntó señalándolo, Law asintió con una sonrisa —¿Por qué demonios estás tan feliz?

—Bueno, siempre has dicho que me muero por ti y que no soy tu tipo— recordó Law haciendo énfasis en lo último —Sin embargo, pasaste una noche conmigo, ¿no crees que es gracioso?— dijo con picardía, era tenía a Nami en bandeja de plata. Ya no era ella quien se reiría de él, sería el azabache quien tomara cartas las riendas.

—Muy bien, si, tuvimos sexo— acotó derrotada la pelirroja cruzándose de brazos —No creas que por una noche de pasión; ya me tienes a tus pies.

—¿Ah no?

—Claro que no, estábamos ebrios. Fue un error que no debemos volver a repetir.

«Fue un error»

«Error»

¿Cómo la mejor noche de sexo que tuvo en su vida pudo haber sido un simple "malentendido" para ella? Mentiría si dijera que esas palabras no habían golpeado su hombría, sentía que su ego había sido cortado en mil pedazos por la afilada lengua de la pelirroja. Se detuvo en seco mientras abría la nevera para sacar un refresco, ¿no había sido lo suficientemente bueno? ¿Era malo en la cama?

—Mierda— masculló cerrando la nevera de un portazo y dirigiéndose a su habitación a grandes zancadas. Tomó su móvil y llamó a su padrino, necesitaba desahogarse con alguien, se desesperó al ver que no atendía la llamada. Se cambió de ropa y salió a tomar un poco de aire, necesitaba a gritos un trago. Tomó un taxi y dió una dirección que hace mucho no frecuentaba.

La taberna seguía igual a cómo la recordaba, la única diferencia era el gran letrero de luces neón que indicaban el nombre del lugar, podía leerse «Sunny» desde lejos. Se bajó del taxi y dudó un poco, ¿cuándo fue la última vez que pisó ese lugar? Fue cuando dejó de competir en las carreras clandestinas hace más de dos años. Pudo divisar algunas motocicletas aparcadas afuera, reconoció algunas de ellas; asumiendo que lo más probable es que hubieran rostros conocidos allí dentro.

Siempre podía fingir demencia y continuar con su vida como si nada hubiera ocurrido.

Entró al bar y por dentro habían grandes cambios, la barra era más espaciosa y amplia, contaban con más mesas e incluso había acceso a un segundo piso que tenía una vista increíble, el dueño se había lucido con las remodelaciones. Algunas miradas curiosas se posaron sobre él, Law las ignoró y se sentó en la barra pidiendo el cóctel que solía beber en aquellos días de gloria.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 15 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝕽𝖚𝖒𝖊𝖚𝖗𝖘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora