XVII. Dracarys

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Robb se despidió tres veces de su joven amante

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Robb se despidió tres veces de su joven amante. La primera, en el bosque de dioses, junto al árbol corazón, ante los ojos de los hombres y los dioses. Ángelus la quiso abofetear. La segunda, bajo el rastrillo, donde Jeyne solo lo dejó partir tras un largo abrazo y un beso más largo todavía donde la Lannister deseó tirarle vino encima. Y la tercera y última, a una hora de distancia del Piedra Caída, cuando la muchacha llegó al galope en un caballo agotado para suplicarle a su joven rey que la llevara. A lo que Robb acepto y así Rhaenys quiso que Rhenlyarr la quemara.

Nys se dio cuenta de que Robb estaba conmovido, pero también avergonzado. Era un día húmedo y gris; había empezado a lloviznar, y lo que menos falta le hacía era detener la marcha para quedarse a la intemperie consolando a una muchacha llorosa delante de la mitad de su ejército.

«Habla a Jeyne con dulzura—pensó al verlos juntos—, pero en el fondo estáenfadado». Sonrió, si ella sufría él sufriría con ella.

Un Lannister siempre paga sus deudas.

Mientras el rey hablaba con la reina, Viento Gris no dejó de dar vueltas entorno a ellos; se detenía únicamente para sacudirse el agua del pelaje y mostrarlos colmillos a la lluvia.

Ángelus se quedó junto a lady Catelyn, la única persona que le  agradaba. Había sido la madre de los lobos la que se empecinó en que ella permaneciera en Aguasdulces, aunque Robb habría preferido no separarse de su esposa y arrastrarla a la boda.

Lord Walder podría interpretar la ausencia de la reina en la boda como una afrenta más, pero su presencia habría sido un insulto de otro tipo, como echar sal en la
herida del anciano.

—Walder Frey tiene la lengua afilada y demasiada memoria —le había advertido Catelyn a su hijo—. No dudo de tu fuerza; sé que soportarías los reproches del viejo con tal de mantener la alianza, pero te pareces demasiado a tu padre como para quedarte sentado mientras insulta a Ángelus a la cara.

Robb no pudo negar que tenía razón. Pero la Targaryen protesto:

—Se le hará fácil callarse, al final soy Lannister y me odia—Lo único que quería hacer era lo mismo que hizo Cersei a Robert.

«Y yo seré la reina del Norte y el Tridente».

La Tully tenía razón pero, pese a todo, su hijo le guardaba rencor—Miró a lady Catelyn, que lucía agotada—, Robb era un malagradecido. Su madre lo amaba y él era un odioso.

«Esperemos que solo tengamos que enfrentarnos a insultos de Walder Frey».

Pero Ángelus al igual que Catelyn albergaba temores en aquel aspecto. Lord Hoster Tully jamás había confiado en Walder Frey después de la batalla del Tridente, y ella no lo olvidaba.

—Estarías más segura tras las altas y fuertes murallas de Aguasdulces, bajo la protección del Pez Negro—Suspiró la mujer.

Robb había creado un título
nuevo, Guardián de las Marcas del Sur. Si alguien podía defender el Tridente, era ser Brynden. Pero a la vez, Ángelus sabía que echaría de menos el rostro arrugado del caballero que era el único que no la juzgaba por ser Lannister, y Robb también echaría de menos sus consejos.

Lannister Targaryen [Game Of Thrones]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora