XXXVIII. Aegon VI

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Nota: Imaginemos que el del Gif es Aegon VI y es rubio.

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El Norte
Rhaenys Targaryen

Recordaba cuando supo sobre el embarazo de Elia.

Unas cuantas naranjas se habían reventado contra el suelo de mármol rosado, y el olor, dulzón y penetrante, llenaba las fosas nasales de Rhaenys cada vez que respiraba. Estaba sentada entre los árboles, Jace no la acompañaba en esa ocasión, se había quedado en el interior del castillo leyendo junto a Doran Martell.

Él no recordaba toda su estancia en Dorne, solo eso, pero Rhaenys recordaba cuando avistaron en el este las torres de Lanza del Sol, las sombras del atardecer ya eran largas y oscuras, y el sol estaba rojo e hinchado. La primera torre que divisaron fue la esbelta torre de la Lanza, con sus cincuenta y cinco varas de altura y coronada de acero chapado en oro que le sumaba diez varas más; luego apareció la imponente torre del Sol, con la cúpula de oro y las vidrieras de colores; por último vieron la Barco de Arena, que parecía un monstruoso dromón varado en la orilla y petrificado.

Sólo tres leguas de costa separaban Lanza del Sol de los Jardines del Agua, pero eran dos mundos diferentes. Allí, los niños jugaban desnudos al sol, la música sonaba en los patios, y el olor de los limones y las naranjas sanguinas impregnaba el aire. En Lanza del Sol, hasta la brisa olía a polvo, sudor y humo, y el murmullo de las voces poblaba las noches.

En lugar de los mármoles rosados de los Jardines del Agua, Lanza del Sol era de barro y paja; sus colores eran el marrón y el ocre. La antigua fortaleza de la Casa Martell se alzaba en el punto más oriental de un pequeño saliente de piedra y arena, rodeada de mar por tres partes. Hacia el oeste, a la sombra de las inmensas murallas de Lanza del Sol, los tenderetes de adobe y las chozas sin ventanas colgaban del castillo como percebes del casco de un galeón. Los establos, posadas, tabernas y casas de mancebía se alzaban más hacia el oeste, muchos con sus propios muros, de los que también colgaban más chozas.

La princesa Arianne aguardaba en el palenque para recibir al príncipe, a ella, su hermano y a Elia, en compañía de su padre y la mitad de la corte. En ese momento no estaban las Serpientes se Arena.

-Lanza del Sol se regocija de tu regreso, hermana-declamó cuando se abrieron las
cortinas el príncipe Oberyn.

Era guapo, Rhaenys tenía cinco años pero lo recordaba bien, siempre lo había sido. Jace era más como su padre, parecía sufrir y estaba melancólico. Arianne intentaba llamar su atención pero él la ignoraba.

Rhaenys recordó que en esos momentos pensó que parecía su tía Cersei tras su padre. Estaba consciente que su madre no debió casarse con Rhaegar, el matrimonio era para la otra leona. Apretó los labios y le sonrió al príncipe, embobada.

Lannister Targaryen [Game Of Thrones]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora