EXODUS [OT9+Luhan]

♫Track 4 - Éxtasis (1358w)

(Luhan+Sehun)

Sehun era un niñato idiota. El peor de su especie. Y Luhan siempre caía en sus trucos, lo cual ya se estaba volviendo casi un círculo vicioso. Era tan lamentable, pero a la vez le hacía sentir un poco de adrenalina en su vida cotidiana de adulto responsable. Esa picazón en los dedos cuando el menor le sonríe de manera torcida, desbordando soberbia, siempre era un placer culpable de disfrutar cuando le brindaba aquellas vibraciones casi adolescentes, que su ya mayor cuerpo extrañaba tanto.

Era su perdición y a la vez su máxima codicia, ver a Sehun bailar en la pista mientras la muchedumbre lo consumía. Junto con Jongin llamaban en exceso la atención, por lo que Joonmyun siempre le rogaba que cuidara de los dos menores y si causaban algún problema él respondía por sus destrozos. Y en efecto, Luhan odiaba cuidar de un par de chiquillos testarudos que preferían emborracharse en su local hasta altas horas de la noche. Pero a veces conseguía su recompensa, como saborear desde la lejanía a Oh Sehun bailando para él con su camisa blanca sudada y mirándole de reojo mientras se tocaba su cuerpo para su propio deleite.

Los viernes de EXODUS se entintan de placer cuando Sehun lo seduce de a poco para sólo contemplarlo a él, a fijarse solamente en sus movimientos y nocivos coqueteos que se transforman en corrientes eléctricas en su cuerpo. El menor es caprichoso y gusta que Luhan sólo sea para él, por eso busca cada pretexto para traerle el máximo éxtasis, aunque sea casi impersonal.

—No creo que sea prudente darte más alcohol—le dice en el oído debido a la bulla del local a Sehun, quien le pide por favor que le sirva una cerveza demás detrás del bar. Jongin está a su lado en silencio y distraído, mirando a Baekhyun y Kyungsoo que salen juntos de local por la puerta principal tras Jongdae y Joonmyun. —Además Jongin no parece querer seguir bebiendo contigo—le comenta y se ríe.

Sehun tuerce sus labios en una sonrisa pícara, retorciendo todo en el interior de Luhan y toma con su brazo por el cuello a Jongin, quitándolo de cual fuera su universo en el que estaba—. ¡Joonmyun hyung nos dejó bajo tu cargo! No pasa nada, ¿Verdad Jong? —le cerró un ojo Sehun a su amigo, rogándole que le siguiera el juego.

Jongin no tuvo más nada que hacer que seguirle el rollo al idiota de Sehun. — Si hyung, hoy nos portaremos bien—sonríe animado, buscando convencer a Luhan para que le de esas cervezas que tanto esperan.

El mayor entrecierra los ojos y los juzga por unos segundos. Segundos que se extienden a más no poder cuando Sehun le toma por el brazo y le susurra un "por favor hyung" que se vuelve casi adictivo. Y es por su propio capricho que le entrega a Sehun las cervezas y luego le dice que no se vaya tan lejos en la pista.

—Jongdae de nuevo se fue con Joonmyun después de la presentación—Minseok aparece tras suyo, de improviso y sin descuido gritando para llamar su atención. Luhan da un salto en su puesto, porque por supuesto estaba embobado siguiendo el rastro de Oh Sehun, a lo cual Minseok se ríe en silencio. — ¿De nuevo ese niñito loco te viene a flirtear?

—Quiere ver el mundo arder—dice Luhan, casi riendo, pero en verdad a Minseok le suena como un lamento—¿Y qué pasa con Jongdae y Joonmyun? Es su mánager después de todo.

—No lo sé, se comportan raro últimamente—dice Minseok mientras frunce sus hombres. Hace el ademán de limpiar un par de vasos con un paño que lleva en el hombro y sonríe distraído—. Es como si intentaran evitarse todo el tiempo que están junto a los chicos, pero después siempre terminan juntos.

—Baekhyun y Kyungsoo hacen lo mismo—intentó obviar la situación.

—Pues si—se acerca al oído de su co-accionista— Y todos sabemos que Kyungsoo precisamente no va a darle solo las buenas noches a Baekhyun.

—Estás sacando conclusiones apresuradas, Joonmyun no es así—dice un estático Luhan quien ve como Minseok le sonríe flamantemente, intentando dilucidar todas sus incógnitas.

Y si quizá ¿sí había algo de razón en las palabras de MinSeok y Jongdae con Joonmyun se traían algo?, no era algo que le afectara y suponía a los chicos mucho menos, entonces ¿Por qué lo mantendrían oculto?, ¿había verdaderas razones de peso? No era como si de pronto los fueran a juzgar.

—Como sea—movió las manos MinSeok para relajar el ambiente—iré a ordenar el privado donde estuvieron los chicos. ¡Son un desastre! —exageró—. Por último, Lu, no le des a ese niño lo que quiere.

Luhan parpadeó confundido. Y cuando se vio intrigado por las palabras de MinSeok, éste ya había desaparecido de su vista.

Maldito MinSeok y su presencia casi omnipresente que podía ver todo.

La noche siguió tan rutinaria como siempre, la multitud conmocionada por la música del local y la corriente de alcohol transitando infinita como la noche mientras Luhan observa desde la sección vip, lugar donde los menores bailan en descontrol. El multitudinario escenario en el cual Sehun se mueve, sucumbe cuando una música electrónica suena de fondo y el sudor que cae por su pecho es perceptible hasta para Luhan que está a muchos metros de distancia. Sehun luce tentador tras las luces de neón que lo iluminan y es esa sonrisa ladina, la forma en que se toca su cuello sudado y el cómo saca su lengua para mojar sus labios que trastornan a Luhan. Lo hacen perder la cabeza y ya no es solamente deseo lo que siente, sino que la necesidad de estar cerca del atrevido Oh Sehun.

—Voy a buscar algo a la bodega—Luhan dice en voz alta al otro barman que estaba en la barra. Este asiente, sin ganas de decir nada ya que de todas formas era su jefe.

Luhan camina hacía la bodega del final del club, donde casualmente se encontraba el sector donde Oh Sehun y Kim Jongin bailaban. Luhan se consideraba, la mayoría del tiempo, una persona serena y sensata, pero lo que Oh Sehun estaba provocando en su organismo no era prudente, quería encararlo, quería lanzarlo a cualquier lugar y quizá castigarlo por ser tan cruel con él. Quería darle su merecido a ese mocoso malcriado. Y es cuando Luhan aprovecha sus mayores impulsos desbordarse, cuando toma por la muñeca a Sehun, quien se ve gratamente sorprendido al ver el mal humor del mayor, que lo arrastra a algún lugar.

Sehun estaba extasiado por lograr su cometido una noche tan solemne como esta.

—¡¿Qué pretendes?!— Luhan pregunta, mientras lo lanza dentro de la bodega del local. Sehun luce sonriente y entretenido. Al contrario del mayor, quien lanza llamas de fuego desde los ojos. —¡Sehun!

—Sólo quiero jugar un poco hyung—el menor se acerca atrevido, Luhan se echa para atrás un par de pasos. — Sé cómo me miras. Te percibo. Nunca me quitas la mirada —Sehun da un par de pasos más y acorrala al mayor, este se paraliza. El menor de cerca es demasiado atractivo como para no contemplarlo —. Sólo déjate llevar Lu.

Puede que haya sido la insolencia del menor o la imprudencia de Luhan, pero se siente como una explosión de emociones cuando ambos colisionan junto al otro para besarse con imprudencia, Luhan pierde el aire, porque Sehun es demasiado real, demasiado expansivo y corrosivo, su cuerpo apretando el suyo le produce el éxtasis que anhelaba, pero del cuál debía correr y esconderse. Porque estaba cometiendo un error. Su peor error, Caer ante el juego del mocoso de Oh Sehun. — Eres de lo peor—Luhan lo aprieta más a su cuerpo y Sehun se ríe sobre sus labios, porque su hyung habla, pero actúa de forma contraria —. Mocoso egocéntrico.

Sehun es interceptado por las hábiles manos de Luhan y se ve asombrado cuando los labios de Luhan buscan codiciosamente más contacto, más deseo, más contacto y desesperación. Definitivamente era un sueño.

O a lo mejor, estaban cayendo en el mismísimo infierno.