PROLOGO

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Era un día lo más normal para Nixie, se despertó a la misma hora que todos los días, las siete de la mañana ya era algo a lo que se acostumbro a ver cada mañana en su despertador

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Era un día lo más normal para Nixie, se despertó a la misma hora que todos los días, las siete de la mañana ya era algo a lo que se acostumbro a ver cada mañana en su despertador.

El mundo de las hadas no era muy diferente del mundo humano, incluso se podría decir que era incluso más moderno y eso que vivía toda una comunidad escondidas en árboles o ríos. Pero eso era algo que la pequeña pelirroja no sabía todavía y eso causaba una gran intriga y curiosidad en ella.

Nix era lo que se podría expresar, un niño con la curiosidad más grande que un rascacielos, poseía una inocencia como un niño de menos de cinco años y una sonrisa que siempre la sacaba de los problemas en los que se metía, o casi todos.

Era literalmente un pequeño remolino y rojo remolino.

Puede que por eso todas las hadas que no sabían la verdad creían que era una sílfide, un hada de los vientos.

Aunque la luz que emanaba cuando era feliz era imposible de ignorar.

Salió de la cama medio dormida todavía, motivo por el que no vio el montón de ropa que tiro anoche en su momento de inspiración. Momento de inspiración en el cual picto toda la pared con pequeñas rosas rojas, se tropezó al resbalarse sobre una de sus muchas faldas verdes, cayendo de cara al suelo de madera oscura de su cuarto.

—Auch, ¿quien te puso ahí? Ropa inútil— murmuro por lo bajo una vez se sentó en modo indio frente a la ropa sucia—. Ah, si fui yo anoche— empezó a mirarla como si fuera a desaparecer por arte de magia, aunque lo único que paso fue que la pelirroja llegara tarde al desayuno de las 7:30.

Salió rápidamente de la pequeña casa que formaba su habitación medio vestida. El vestido verde lima estaba sin el corset que tanto amaba pero que le robaba del oxígeno, tampoco llevaba sus zapatos, ya que no era algo que a todas las hadas les gustara pero que igual muchas ya las incluían en su ropa de día a día. Lo unció que no le gustaba sobre la ropa que debía de llevar era seguramente el color, amaba con su alma el color verde de las hojas que cubrían los árboles o de los bonitos tonos que muchos animales que vivían por la zona tenían. Pero llevar ese color todos los días desde hace 248 años era demasiado.

Nix adoraba sentir la hierba húmeda por la mañana jugar con sus dedos, bailar descalza en una noche lluviosa o saltar en charcos cerca del río, algo que muchas hadas creían que era infantil y una perdida de tiempo. Pero ellas no entendían que Nix a diferencia del resto de las hadas que vivían en su misma comunidad, era todavía una niña.

Peino su largo cabello pelirrojo con sus dedos mientras corría en dirección a la cafetería saludando alegremente a las hadas que terminaron de desayunar y caminaban para hacer sus tareas. Eso era ya algo de todos los días, Nix siempre llegaba tarde a las comidas por estar entretenida jugando con otras cosas.

Como ella todavía no cumplió su mayoría de edad no tenia tareas que cumplir lo que la dejaba con demasiado tiempo libre.

—Siento la tardanza Magna, lo siento de veras...— hizo una reverencia cuando dio cara a cara con la líder de su comunidad.

—Entra a comer de una vez, después vienes directa a mi despacho tenemos que hablar seriamente— la voz dura y llena de odio hirió a la pequeña hada, pero siempre era así cada vez que hablaba con ella. Nunca entendió el porqué el dicho tono de voz, ya que, por lo que pudo observar, era la única persona con la que la empleaba.

Era como si la odiara, pero Nixie nunca entendió que hizo mal.

—Si Magna— hablo sumisamente, no podría hacer nada al respecto, solo intentar aceptarlo y cumplir todo lo que ordenaba.

Entro a paso lento en la gigante habitación, se dirigió directamente a agarrar una bandeja con su desayuno, para acto seguido sentarse en una mesa con solamente un par de personas en el otro extremo. Ignoro como pudo la mala mirada que recibió por su parte y se limito a comer su pudin de chocolate en silencio.

—¿No sabes?— hablo más fuerte una de ellas con la atención de que la pelirroja las oiga—. Oí que Magna está enfadadísima con Nixie y que quiere anular su ceremonia de mayoría de edad.

—¿Que? Pobrecita— hablo sarcásticamente—. Sin sus poderes será exilada de la comunidad y estará obligada a vivir como traidora...

Nixie no pudo aguantar más las palabras que decían las dos chicas, ni se digno a recoger su bandeja, saliendo del comedor con los ojos llenos de lágrimas.

No podía creerlo, se negaba a aceptar que Magna la llamo para quitarle sus poderes. Poderes que eran suyos, los cuales tiene de...

La verdad era que no tenia ni idea de donde provenían sus poderes, o siquiera ella. No sabía quién era su madre, si provenía de más hadas o si su mencionada madre tuvo una aventura en el otro mundo con un humano.

Llego a su casita en pocos minutos, agarro la primera, y única, mochila que poseía la cual la lleno de todo tipo de ropa. Miro unos segundos largos los únicos zapatos que tenia, pensando si ponerlos en la mochila o no.

No los puso, en su lugar puso su cuaderno lleno de sus pensamientos y dibujos.

No debería ser difícil pasar el portal por el cual te hacía de un tamaño humano además de llevarte al mundo humano. Bueno, en realidad si lo era.

No tardo nada en pasar el portal, portal el cual no estaba vigilado por el motivo de que todas las hadas sentían un miedo por los humanos. Más desde la lucha que mato a gran número de hadas.

Dentro de nada Nix entendería lo rápido que pasaba el tiempo en el mundo de las hadas cuando en el mundo humano pasaba mucho más lento. Decir que un año en el otro mundo equivale a diez años en donde vivió todo este tiempo.

Que paso de tener 248 años a tener unos 25 humanos, aunque gracias a su parte hada parecía solo una niña, puede que Nix lo hubiera querido así, parecer una niña de verdad para que los adultos no la vieran de mala manera o solo quería saber lo que de verdad se sentía ser una niña.

Que paso de tener 248 años a tener unos 25 humanos, aunque gracias a su parte hada parecía solo una niña, puede que Nix lo hubiera querido así, parecer una niña de verdad para que los adultos no la vieran de mala manera o solo quería saber lo que ...

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Lo edite un poco las faltas de ortografía y agregue un poquito al final algunos detalles. Decidí al fin y al cabo poner lo editado en capítulos nuevos para observar la verdadera evolución que está teniendo la historia, sus comentarios y votos.

Después de pensarlo, decidí poner una meta de votos y comentarios, tampoco es tan difícil verdad? Pero la temporada de exámenes que tendré las próximas dos semanas me estresara mucho, y ver que apoyáis esta historia en continuación me alegra demasiado. Muchas gracias <3

meta: 12 votos y 10 comentarios

faitytale | jasper haleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora