¡APRUÉBEME, SEÑOR XIAO! | Yizhan (FINALIZADA)

Capítulo 1.

— ¡No me lo puedo estar creyendo! ¡Otra vez no! — gritó en medio de la clase sin importarle formar un escándalo.

— ¿Qué te sucede? — le preguntó su amigo Ji Li, el cual se sentaba siempre a su lado. Éste, se sumía en su propia desgracia debido a la baja calificación de su examen cuando oyó al castaño reprochar.

— ¡Esto debe ser una puñetera broma! — le enseñó la primera hoja de su prueba donde se veía claramente el número "3".

No era posible. El profesor debió haberse equivocado al corregir o le confundió con otro alumno.

El examen de Yibo, sin exagerar y sin hipérbole alguna, era totalmente perfecto. Cinco carillas escritas con márgenes, letra clara y legible, apartados bien diferenciados, datos específicos de la época cuestionada... ¡Literalmente podría considerarse una obra de arte! Nunca mejor dicho.

Todos daban por hecho que, ese chico de cabellos marrones, actitud un tanto fría y distante aunque agradable cuando se le conoce, y belleza sin igual, iba a obtener la matrícula de honor gracias a sus notas. Sin embargo, arte era la única asignatura que se le atragantaba en la garganta.

Él estudiaba, él se esforzaba, él hacía los trabajos, él participaba en clase, él se ofrecía voluntario en todos los proyectos de esa materia... ¡Pero nada!

En el primer trimestre sacó en el boletín un "4"; en el segundo, otro "4" y; ahora, según ese examen, un "3". Aquello manchaba su expediente de una manera sin igual, horrorosa. Y, lo peor, es que le bajaba muchísimo la media para Selectividad.

Yibo quería estudiar turismo, por lo que arte influía mucho en la calificación y en las ponderaciones de ese grado en concreto. Él se sentía muy preparado para afrontar el examen oficial de la universidad..., pero ese número le hacía venirse abajo.

¡No puede ser verdad que sus estudios fueran profanados solo porque un profesor le tenía manía!

— ¡Esto no puede estar pasando!

— Yibo, tranquilo — le pidió su compañero cuando comenzó a exaltarse demasiado.

— ¡¿Tranquilo?! ¡Yo hice el examen perfecto! ¡Esto debe ser un error!

— No es un error, Wang — una voz suave pero demandante provocó su silencio. Acompañando al vibrato de las cuerdas vocales del maestro, el sonido de la tiza chocando contra la pizarra mientras escribía la introducción del siguiente tema trajo consigo una breve calma.

Una calma antes de la tormenta.

— Señor Xiao, ¿pero de verdad piensa que merezco un "3"?

— Es la nota del examen — miró su libro y continuó con el trabajo de copiar el esquema.

— Pues permítame decirle que no es justo. Personalmente pienso que debe ser más alta.

— Si quiere puedo subirle a un "3'25"..., aunque ya sería ponerle mucho.

— ¡Ja! - soltó una risa seca. — ¿Mucho? Perdone Señor Xiao, pero creo que se confunde... y bastante.

— Ah, ¿sí? ¿En dónde? — se giró dándole la cara a sus alumnos y mirando específicamente al que hablaba.

— Bu... bueno... — sentir la mirada penetrante del docente a través de las gafas que descansaban sobre el puente de la nariz de éste, le causó unos nervios inesperados.

"Misterio" podría ser la localización de la tumba de Cleopatra o si la Atlántida alguna vez existió. Pero, el gran atractivo de Xiao Zhan, era muy bien conocido e innegable por el mundo entero. Profesores y alumnos..., todos y cada uno de ellos por más rudos, sensibles o tiquismiquis que fueran, estaban de acuerdo en algo..., que ese azabache de ojos miel y sonrisa maravillosa era un puto ser superior esculpido por los mismísimos dioses.