Sus manos temblaron,
tenía miedo de seguir escribiendo lo que sentía.
No sabía qué podía pasar
si llegaba a los mas profundo de su mente.Allí, donde tenia guardado
en un baúl bien cerrado,
a sus demonios que,
de una forma u otra,
siempre lograban susurrar atravéz de la cerradura.
