Villano. [Takemichi]

Prólogo.

Sintió una vez más esa sensación, aquella extraña sensación electrizante recorrer todo su cuerpo, su mente nublada y imágenes pasar por su cabeza, era el mismo proceso, la misma sensación, la misma forma, era un hecho.

Takemichi viajo en el tiempo.

Fue algo inesperado, fuera de cálculo, jamás se le pasó por la cabeza que algo así sucedería, y más que un “viaje temporal” nacería del odio mutuo que tenía Mikey y él en ese momento. Estaba tan cerca de la victoria, pero el destino le jugó una mala jugada, todo lo que pasó con su organización, Tianqí, el enfrentamiento con Bonten, las cosas que tuvo que hacer, las estrategias que tuvo que pensar, parecía que nada valió la pena todo por que sus manos se conectaron en ese momento. Y tenía que ser justo ese momento, el instante en el que iba a matar a Manjiro Sano, alias Mikey.

Despertó, estaba en su cama, mirando el techo, se encontraba un poco confundido, pero el sentimiento de deja vu le dejaba en claro que lo que pasó fue lo que menos se habría esperado. Miro a su alrededor, en efecto, estaba en su habitación, se sentó en el borde de la cama, miró la cicatriz en su mano, la cerró en un puño. Takemichi no se molesto, no perdió el control, no es alguien que haga eso, mantuvo la compostura, lo sabía, viajo la pasado, pero había algo diferente, tenía esa corazonada. Se paro, salió al pasillo para dirigirse al baño, al entrar se miró al espejo, su cabello era rubio, su aspecto se veía un poco más maduro.

—No fueron 12 años está vez.—pensó, un poco intrigado.—Juzgando por mí aspecto, debieron ser... Algunos 10. Tal vez.

Takemichi volvió a su habitación, teniendo cuidado de que su madre no lo viese de casualidad, no quería verla ahora mismo, cerró la puerta, miró el calendario, observó el reloj, eran las 6:00 pm, se supone que su madre vendría a despertarlo, pero entonces la alarma comenzó a sonar, de inmediato le dio al botón para apagarlo. Al parecer no era su madre que vendría despertarlo.

—¡Takemichi...!

O tal vez si.

El rubio se giro y miró a su madre, quien estaba sorprendida por ver a su hijo despierto tan temprano, muchas veces ella a sido la que ha tenido que despertarlo, puesto que el despertador ni siquiera lo hace levantarse de la cama.

—Oh, estás despierto.

—Mamá.—pensó.—Buenos días, ¿qué sucede?

—¿Cómo que “qué sucede”?, ¡tienes que ir a la secundaria!

—“Secundaria”.

—¡Vístete rápido!, te prepararé el desayuno.

La madre se retiro, dejando solo a su hijo en su habitación. Takemichi aprevecho para asimilar las cosas, porque algo no andaba bien.

—“Secundaria”. Es extraño. Viaje 10 años al pasado, sin embargo, si esté es mi pasado, se supone que actualmente esté yo debería de pertenecer a la pandilla Black dragons. Ni siquiera debería estar en está habitación.—miró su mano.—... Se me ocurre, que, tal vez, esté no es mi pasado. Pero hay solo una manera de comprobarlo aún más y es saliendo allá afuera.

Así, Takemichi, ex líder de Tianqí, a viajado al pasado. Y aquí es cuando el caos empieza.

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Atención:

Si eres un lector/a casual que encontró está historia por mera coincidencia, te sugiero que vayas a mi perfil y leas No soy tu héroe [Takemichi] primero para que entiendas ciertas cosas.

Y si eres alguien que ya se ha leído esa historia y estás aquí, gracias por estarlo. A pesar del “extra” que hay en la historia anterior, para no hacer está obra predecible, hagan de cuentas que es ajena a ese “extra” osea que las cosas que se muestren aquí serán distintas a las que se narraron ahí. Y como ya leyeron esa historia, bueno, ya saben el desmadre que hará esté Takemichi.

Porque si, está es la línea original. La del manga. Con Braham y compañía.

Osea, se me pasó por la cabeza (después de ver la chingada paliza que le dio el Mikey al Take) ¿qué pasaría si el Takemichi malvado que escribí estuviera ahí? Y eso.

¿Porqué hice esto?, bueno, por diversión. Así como la otra. Y me quedé con ganas de seguir escribiendo sobre Takemichi malvado. No sé porque.

Espero que les guste esta historia. Y las actualizaciones puede que sean lentas. O rápidas.

Adios.