Villano. [Takemichi]

8.

Impulso.

El día de mañana llegó, esta vez no había un sol que iluminará solo nubes oscuras por todo el cielo. Hoy seria el día en donde Rokuhara Tandai atacará con mucha más fuerza, si ya de por si lo habían hecho, ahora sería más. La estrategia era la misma se siempre, South seguía recurriendo a eso porque Braham no había mostrado cambios notables más haya de contraatacar, aparte de que poco a poco la balanza se iba del lado de Rokuhara, así que no había el porque detener el ataque o cambiar la forma de hacer las cosas cuando estaban casi tomando la delantera en esta batalla de gangas.

South, Ran, Rindou, Kakucho salieron junto a todo Rokuhara para aniquilar a Braham, ese es el objetivo. Shion Madarame se quedó, le presto su motocicleta a Kakucho, Shion junto a algunos de sus miembros, la mayoría fueron a dar apoyo a South sólo por si acaso, mejor dicho los que estaban menos heridos, se quedaron junto a él en la base. El rubio no podía evitar sentirse inútil, abandonado, siempre ha querido mostrarse un tanto optimista en ese sentido, por eso no pensaba mucho en eso para no sentirse mal, pero la realidad se volvía cada vez más evidente, mostrándose ante él y enseñándole que sólo es un estorbo para todos ellos.

Era duro pero es la pura verdad; eso le frustraba demasiado.

Por otro lado, Braham se estaba preparando para un combate directo, era inevitable, algún día tenía que ocurrir, con la destrucción y daño que a causado Rokuhara tarde o temprano iba a suceder algo como esto. Desde que la líder de Braham recibió la noticia de que Rokuhara estaba dirigiéndose para allá, de inmediato dio la orden a todos de reagruparse para enfrentarse cara a cara contra Rokuhara.

Sin embargo, por más que esperaron, no aparecieron. Y había una razón para esto, desde la distancia, en el enorme cielo nublado se podía ver humo, oscuro humo elevándose desde donde sea que estaba. La dirección de donde provenía eso era la base de Rokuhara Tandai. Takeomi observaba esto, un tanto impresionado, no se esperaba que Takemichi actuará tan rápido.

—Takemichi, no sé en qué demonios estás pensando pero espero que valga la pena.

Unos minutos antes, después de que South Terano partió junto a todos para hacer su tanda de violencia diaria, casi al mismo tiempo Takemichi llegó a su base, gracias a las torturas que había propinado anteriormente a algunos miembros de Rokuhara, supo donde estaba ubicada la base de esta pandilla, Takeomi le había dado un par de sus hombres para que lo escolten, mantuvieron en secreto su alianza, nadie más que Takeomi sabe sobre esto, tal vez al mayor no le agrade la idea de hacer las cosas a espaldas de su hermana, pero si esto es necesario para prevenir una tragedia, entonces así serían las cosas.

Como se había mencionado antes, Shion sólo estaba con un par de sus hombres en la base, se podría decir que fue algo descuidado por parte de South, ya que no sólo se llevó a todos, que gracias a eso dejaba las defensas de su base vulnerables, aunque claro, de seguro nunca se le pasó por la cabeza que alguien supiera sobre su escondite, aparte de eso, dejar a Shion Madarame y un puñado de miembros de Rokuhara cansados de tanto pelear atrás fue algo bastante tonto. Habiendo los comandantes de cada división lejos, junto a su implacable y salvaje líder, Takemichi aprovecho esta oportunidad para entrar junto a los habilidosos subordinados de Takeomi, que si ya de por si los miembros de Braham eran como fantasmas y son expertos en esconderse, les fue fácil tender una emboscada a ese lugar, dándole una paliza a todos los que se encontraban dentro.

Shion Madarame estaba atado con cadenas que encontraron, los demás en el suelo, inconscientes, Takemichi se mostró ante él, lo miró por unos segundos en silencio, su rostro estaba sombrío. El rubio apretó los dientes y vocifero: