Alexandra

Capítulo 3

No paraba de ir de un lado a otro en mi habitación, casi parecía un tigre encerrado en una jaula. A mi madre le ponía de los nervios cada vez que me veía hacer eso, que solía ser cuando no sabía que hacer, o cuando quería pensar sobre algo... como ahora. Pensar en Xandra, e intentar responder a preguntas como... ¿Quién era? ¿Por qué la he estado viendo en sueños? La primera pregunta era la más fácil de responder, o eso creo. La había buscado en internet: Alexandra Miller. Era la única hija de Karen Miller, una prestigiosa abogada, que se había hecho muy famosa por el montón de casos que había ganado; la madre de Dylan era algo así como su secretaria, hacía solo un par de meses que había empezado a trabajar con ella. También sabía que Karen Miller había sido madre soltera, de ahí que Alexandra sólo llevara su apellido. Pero, eso eran cosas que yo ya sabía porque me las había contado Dylan, aparte de eso no tenía nada, nada que me aclarara las preguntas que tenía. Internet podría tener un montón de información sobre infinidad de cosas, pero no creo que hiciera milagros.

Me senté en mi cama y solté un largo suspiro. Jamás sabría la razón de que una chica a la que ni si quiera conocía, se apareciera en mis sueños todos los días, una chica que era real... y a la que hace un par de horas había visto en persona. Quizá mi teoría de que estuviera loco no era tan descabellada, sí, a lo mejor había algo en mi cabeza que no estaba bien. Escuché un zumbido, dirigí mi mirada hasta el lugar de donde provenía, el escritorio, era mi móvil, al parecer aún lo tenía en modo vibrador. Me levanté de la cama y me acerqué al escritorio para coger el móvil, miré la pantalla del móvil, era un mensaje. Pasé mi dedo por la pantalla táctil para desbloquear el móvil y ver el mensaje. Oh, no, otro mensaje de Kate. Kate era una de mis ex novias, la primera novia que había tenido para ser exactos, y creo que desde que rompí con ella se había obsesionado un poco conmigo, bueno, algo más que "un poco". Yo diría que se había convertido en mi acosadora personal, de hecho, fue la razón de que mi segunda novia y yo rompiéramos. El mensaje de Kate decía:

"Jason, cariño, sta noxe mis padres han salido a cenar fuera y stoy muy solita. Pasat por mi ksa, y te prometo que lo pasaremos muy bien ;)"

Puse los ojos en blanco y dejé el móvil a un lado. Creo que debía plantearme seriamente cambiar mi número de móvil, aunque lo más seguro es que Kate acabara sonsacándole a Dylan mi nuevo número. Miré el reloj, quizá fuera hora de irme a dormir... Oí unos suaves golpes en la puerta de mi habitación. Dirigí mi mirada hacia ahí.

-Pasa, mamá -dije yo.

¿Quién más podría ser? La puerta se abrió y le vi asomar la cabeza. Yo le sonreí, y ella decidió pasar. Dio unos cuantos pasos hasta que llegó a mi cama, y decidió sentarse a mi lado. Se puso un mechón de pelo negro detrás de la oreja, y me sonrió. Mi madre era muy guapa, y más cuando sonreía, recuerdo que cuando era pequeño, pensaba que mi madre era la mujer más guapa del mundo entero. Mi madre ya no era tan joven, pero yo la seguía considerando muy guapa.

-¿Qué tal todo, cariño? -me preguntó.

-Bien... -respondí dubitativo. -¿Qué tal el trabajo?

-Muy bien. -volvió a sonreír.

Le devolví la sonrisa, y los dos nos quedamos en silencio. Lo cierto es que no había muchas cosas de las que hablar con mi madre, y había momentos de silencio, como el de ahora, que resultaban muy... incómodos.

-Bueno... -empezó ella nuevamente. -¿Hay alguna chica guapa en tu instituto que te guste?

-¿Q-Qué? No, yo no... a mi no... ¡No! -fue lo único que conseguí balbucear.

Charla de chicas con mi madre... era como si de repente me hubiera saltado un letrero de neón a la cara en el que ponía: "PELIGRO" Creo que prefería ahorrarme tener una charla sobre chicas con mi madre ahora, así que si quería evitar este tipo de conversaciones en el futuro, tenía que empezar a interesarme por alguna cosa que le gustara a mi madre.