•Eunseo es una chica misteriosa, simpática, y a veces seria, que obtiene las mejores notas en clase y es muy participativa cuando tiene que serlo. Es la mejor atleta de la escuela debido a su gran determinación. Todas la aman por su altura y el enor...
Eunseo pasó un sábado lleno de tareas y trabajo para estar completamente libre el siguiente día, en el cual, había quedado en salir a comer con Bona. Desafortunadamanete, nunca acordaron una hora o un lugar exacto, así que pensó que lo más sensato sería que la fuera a buscar a su casa.
«¿A qué hora sería lo más adecuado?», se preguntó.
Esa mañana de domingo, Eunseo se peparó y se arregló lo más que pudo con unos jeans hasta la cintura, una blusa azul de manga larga con un chaleco blanco encima con un saco morado, y como hacía frío, optó por ponerse un largo abrigo negro. Se onduló su largo cabello y se maquilló lo más natural que pudo.
De nuevo tuvo que ir en autobús para ir a recoger a Bona.
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Quizá llegaría muy temprano, pero eso no lo sabía en realidad.
Llegó a pié desde la parada del autobús hasta la casa de Bona, tocó el timbre y esperó que alguien le abriera.
—Hola, buenos días, busco a Bona —dice Eunseo de forma muy cortés, a la persona que le abrió la puerta.
—Adelante —le indica la que parecía ser la empleada—. Le diré a la señorita que vino a buscarla...
—Son Eunseo —se apresura a decir.
—Espere un momento, por favor —dijo la mujer antes de retirarse escaleras arriba.
Eunseo se había quedado esperando en el recibidor a que le dieran idicaciones. Mientras esperaba, miró las flores sobre la mesita y otros adornos colocados en la entrada. La mujer que le abrió la puerta bajó luego de cinco minutos.
Narra Eunseo:
—La señorita Bona bajará en un momento. En su espera, le pido por favor pase a la sala.
—De acuerdo —respondí.
Estando allí, me di cuenta de que la habitación era aún más grande de lo que imaginé. La mujer que abrió la puerta para mí me ofreció un vaso de agua o de jugo, o cualquier otra cosa que yo deseara, pero decliné.
La espera terminó cuando me fue anunciada la bajada Bona. Decidí ponerme de pié para recibirla.
Lo que ví hizo que toda lógica se esfumara de mi cabeza. La chica con la que iba a salir para almorzar hoy se veía muy bonita. Llevaba una linda bluda morada de cuello de encaje, ajustada dentro de una blanca y corta falda lisa con un buen estilo. Su cabello también estaba bien acomodado a los lados.
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