9. El alumnado llora ¿Eunseo enamorada? Part.1

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Al cabo de un rato, Bona se separó de Eunseo, dejándose caer a su lado de la cama y soltando una risita de alivio. Eunseo posó su mirada sobre su acompañante, notando que sus mejillas estaban coloradas como unas ciruelas; únicamente se dedicó a contemplarla sin ninguna expresión mas que completa serenidad. Nerviosa, Bona se viró para hacer contacto visual, nuevamente una sonrisa se extendió de comisura a comisura. 

Después de unos instantes, el estómago de Bona rugió de manera graciosa. 

—¿Tienes hambre? —pregunta, levantando su cuerpo de la cama—. Puedo ir a preparar la cena.

Eunseo le tomó de la muñeca y tiró de Bona hasta tenerla de frente. Bona se agachó hasta estar a la altura de Eunseo, la tomó de las mejillas y le dejó un delicado beso más en los labios. 

Sin querer dejar ir a Bona, Eunseo tuvo que ceder. Allí estaba ella... cocinando unas ricas verduras con pollo agridulce. La más alta llegó por detrás de la cocinera  y la abrazó, posando sus brazos en el vientre de la otra. Bona sonrió cuando sintió undirse el rostro de Eunseo en su cuello, aspirando suavemente su aroma. 

—No quiero ir a trabajar hoy... —dice Eunseo por priera vez en mucho tiempo. 

Aún quedaban un par de horas antes de que tuviera que marcharse, pero eso no quitaba las enormes ganas que tenía de quedarse con Bona para pasar la noche juntas. Muy tiernas, pasaron su rato juntas cenando y enrojeciendo de las mejillas porque ahora sus vidas estaban cambiando por un beso que ambas anhelaban probar sin siquiera saberlo. 

Para las diez con treinta, Eunseo ya se estaba preparando para salir. 

—Te veré más tarde —le recuerda Bona. 

Eunseo hizo un puchero, pero se le pasó cuando Bona se le acercó para darle un beso fugaz. 

Bona se quedó en casa sonriendo de oreja a oreja como si no lo hubiese hecho nunca antes, mientras suspiraba cada cinco o diez segundos dejándose llevar por lo que estaba sintiendo por dentro, y no lo había notado antes con certeza, pero de inmediato se dio cuenta de que estaba enamorada de Eunseo. ¿Acaso pudo haber albergado ese sentimiento sin notarlo? Sabía que admiraba a Eunseo, y que admitía que es  muy atractiva, además de muchas otras cualidades que le gustan de ella desde la conoce; y si no fuera porque desde hace poco, a escasos ensayos de la obra de teatro, comenzó a sentir aquellas mariposas que le pegaban a la gente en el estómago. 

Por su parte, la chica más alta completaba sus tareas del trabajo con mucha energía y alegría; más que antes, y era maravilloso de observar, aunque nadie sabía realmente el porqué de aquella felicidad. Tenía mucha confianza con sus jefes, así que posiblemente podría contarles en el momento más oportuno; ellos son como su familia porque siempre la han apoyado. 

Más tarde, cuando Eunseo llegó a casa y encontró a Bona durmiendo plácidamente en la cama, por lo que no quiso importunarla y se dedicó a cambiarse en silencio, antes de acostarse en la cama y abrazarla por detrás; la otra chica apenas reaccionó, pues ya era normal dormir así. 

Incluso se soprendía a sí misma siendo tan sincera con sus sentimientos, aún cuando nunca había estado en una relación. ¿Cómo le podía ser tan sencillo demostrar lo que su interior le dictaba hacer? ¿Cómo podía estar sucediendo? De antemano reconocía que Bona es muy hermosa, y le gustaba que ambas estuvieran para la otra cuando lo necesitaban; también se divertían con temas de conversación que tenían en común cuando podían charlar; pero desde que Bona había llegado a vivir a su departamento, el ambiente entre ambas había cambiado. Y ahora que lo recordaba, su corazón siempre se aceleraba al tenerla cerca, y qué decir de esas sonrisas que se le escapaban cuando la miraba. 

Mi Amor Imposible (Eunbo) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora