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Esto de recibir un detalle diario era bastante lindo para Mo Ran, tanto así que decidió hacer lo mismo para Shi Mei.

Mo Ran actuaba encantado cada vez que recibía chocolates, dulces o pastelitos, incluso a veces una nota con un "¡Esfuérzate!" Pegada en su escritorio.

Eran cosas muy adorables y a Chu Wanning le gustaba observar su reacción, excepto que le dolía un poco el pecho cuando notaba que Mo Ran tomaba una hoja de su libreta y escribía algo dejándolo con cariño sobre el escritorio al lado suyo, evidentemente para Shi Mei.

Lo peor de todo, se trataba de que Shi Mei lo miraba, sonreía y lo guardaba descuidadamente dentro de su mochila. A veces incluso lo tiraba con la excusa de que no le gustaba, ¡Y Mo Ran solo asentía como si sus esfuerzos no valieran la pena!

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