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—Siento haber golpeado a Shi Mei —murmuró con voz temblorosa.

—Mh. Está bien, no me golpeaste a mí —rió.

—Shi Mei es tu novio.

—Shi Mei... Ha cambiado mucho.

Chu Wanning no supo qué responder.

—No creo que le guste en realidad. Creo que le gusta gustarme —aceptó reincorporándose—, ni siquiera sé si me sigue gustando.

Chu Wanning se dio media vuelta, encarando a su amigo, que parecía incluso complacido con el golpe que le dio a su novio.

—¿Entonces por qué sigues con él?

Mo Ran levantó los hombros restándole importancia, mientras con la manga de su suéter escolar secaba el rostro de Chu Wanning que cerró los ojos como un pequeño gatito, lo cual le pareció adorable a Mo Ran.

—Supongo que es porque le prometí que siempre estaría con él —murmuró terminando de secar la carita del mayor.

Chu Wanning pensó que tenía sentido, así que no respondió nada y observó al sonriente Mo Ran.

—¿Por qué me ves así?

—Es que... Creo que... —de repente se quedó callado al darse cuenta de algo que había pasado por alto estúpidamente.

—¿Qué?

Mo Ran no respondió con palabras, simplemente bajó la cabeza y besó los labios de Chu Wanning.

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