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El profesor siguió regañando a Chu Wanning y a Mo Ran por ayudarle a ser romántico cuando estaba prohibido. Cuando el profesor se fue, Shi Mei se molestó con Mo Ran.

—A-Ran, podríamos habernos metido en problemas. En el futuro no hagas escenas así.

Sin más por decir, Shi Mei salió evidentemente molesto.

—Uh... No debiste de echarte la culpa —dijo Mo Ran a Chu Wanning, con una tristeza palpable en su rostro.

—No es nada, no pasó a mayores —excusó Chu Wanning, sacando una paleta en forma de corazón de su bolsillo—, ten, seguro el próximo regalo que le des a Shi Mei le gustará.

Mo Ran sonrió y agradeció. Le gustaba tener un amigo tan bueno como Chu Wanning.

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