One: Started

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Primer día con mi familia después de un año y medio. Claro que no veo la gran diferencia, allá en rehabilitación y acá en mi casa estoy solo. ¿Por qué estuve en rehabilitación?

Traté de suicidarme.

Supongo que al estar allá me dio la esperanza de aún seguir aquí. La consecuencia es que perdí un año y medio, seguramente este cargado de trabajos que seguramente no me interesan. No sé qué dirán mis compañeros cuando me vean, desaparecer medio año no es muy normal que digamos.

Me pregunto si ese chico se habrá preocupado por mí... ¡BRAVO! Denle un premio a Jeremy por el más idiota de todos.

Es obvio que no, ni sabe de mi existencia. Según mi madre los únicos que han preguntado por mí es Fritz. Y seguramente fue por que vino a cobrarme los juegos que le pedí...diablos, empezaré mal esto.

Baje de las escaleras de mi casa, dirigiéndome a la cocina, mi madre estaba sentada en la mesa con su computadora y varios archivos dándole compañía y a su otro lado estaba mi desayuno. Eso me sorprendió, nunca me había hecho el desayuno.

-Buenos días cariño-sonrió mi madre.

-Hola-

-¿Listo para tu primer día?-preguntó emocionada. ¿Cómo es posible que esta mujer sea madre de un suicida?

-Sí-respondí dándole una mala imitación a la emoción de mi madre.

-Anda, desayuna-ordenó sonriéndome.

Era hijo único, hijo de una madre trabajadora que su tiempo estaba consumido en el trabajo, papeleos, click acá click allá. Hijo de un padre alcohólico que se gasta todo el dinero que saca la madre para sus gloriosas bebidas glub acá glub allá.

A medio desayuno mi madre se levanta poniéndose su saco de secretaría yendo al comienzo de las escaleras.

-¡RICHARD!, ¡JEREMY LLEGARÁ TARDE!-gritó.

Mi padre bajo con un chaleco negro. Vaya que me sorprendí, ¡Jeremy, pide un deseo! Tu padre está despierto en la mañana.

Tome mis audífonos y los conecte a mi celular.

-Ten cuidado y diviértete-recomendó mamá.

Con un suspiro me despedí y tome mis cosas. Camino a uno de los 7 infiernos. La escuela.

Llegando mire a todos de reojo, mi padre partió con el auto dejándome sólo.

Me supe mis audífonos y comencé a caminar. El miedo me invadía, era como un nuevo. Oh tierra, trágame.

Caminando en los pasillos, sentía las miradas y susurros. Diablos.

-¡Fritzgerald!-Gritó uno llamando mi atención.

Era Fritz...ugh, va a cobrarme y yo sin dinero.

-Hey...-saludé.

-¿Qué tal estas?- Preguntó el pelinaranja.

-Bien. Escucha...yo no tengo dinero para...-

-Oh no, olvídalo-interrumpió-Tómalo como un regalo de bienvenida.

-¿De acuerdo?-

-En fin, vine a buscarte para ir al aula-soltó Fritz.

-Sí, de hecho iba para allá-

-Vamos-

_____________

Llegando al salón me llevé la sorpresa de un ''Sorpresa'' pelitos de colores, un cartel de bienvenida y enfrente mío estaba un compañero con un pastel sabor selva.

-¿Qué...qué es esto?-pregunté asombrado.

-Tu bienvenida-Habló Mike, seguido de eso me abrazo.

Ese abrazo lo sentí tan cálido, un abrazo con...¿afecto? ¿lastima? No sé, pero se sentía bien. Duro mucho, hasta que Scott, amigo de Mike aclaro la garganta, señal de que habíamos exagerado.

-Perdón-sonrió avergonzado Mike.

-Tranquilo...-sonreí avergonzado.

-Alumnos, a sus lugares-anunció el profesor su llegada- Hey Jeremy, un gusto tenerte de vuelta-

Sólo sonreí y me fui a un lugar a sentarme.

P.O.V Mike.

Estaba más feliz que una chica de mi edad recibiendo su periodo después de haber tenido sexo. Jeremy estaba de vuelta. Después de haber tenido la noticia de que quiso suicidarse me sentí muy mal. Honestamente sentí lastima, supongo. Desde que inicio el curso Jeremy siempre fue callado, alejado. A veces quería hablarle pero nunca se me dio una buena charla con él. Si hablaba con el terminábamos avergonzados o algo por el estilo. Cómo ahora, lo abracé para que se sintiera cómodo y querido, con ganas de seguir viviendo, pero terminé avergonzándolo.

-Qué piensas Mike-llamó mi atención Scott, mi buen amigo.

-Cosas cotidianas-sonreí y me dispuse a abrir mi libro en la página que había escrito el profesor en la pizarra.

-Chicos, miren-dijo Vincent mostrándonos su celular, un mensaje el cual nos pusimos a leer Scott y yo.

Sally: Hey Vinny, este viernes haré una fiesta por mi cumpleaños #19, ¿vienes? Si quieres puedes invitar más personas, por mí no hay problema ;)! :***

-¿Qué dicen?-dijo Vincent sonriendo.

-No estaría mal, Sally es muy buena y sus fiestas son épicas-dijo Scott concuerdo.

-¿Puedo invitar a Jeremy?-pregunté.

-Meh, aquí dice que puedo invitar a quien sea-dijo Vincent escribiendo en su celular sentado en la silla vagamente.

Sonreí y rasgué un papel y me dispuse a escribir.

Al terminar la nota la doble y toque el hombro de uno de mis compañeros.

-Que llegue a Jeremy-susurré.

Este obedeció y paso el papel al siguiente, luego con otro a la derecha y uno más a la derecha, haciéndolo llegar a Jeremy.

Lo observe, no volteó para ver quien se lo mandaba, lo dejó en una orilla y metió una de sus manos entre sus rodillas. Omitiendo mi papel.

-¿No lo leyó?-dijo vacilón Scott.

-Creo que tiene miedo que haya un insulto o algo así-me encogí de hombros mientras comentaba.

__________

Al terminar las clases me levanté con Vincent para invitar otras personas, dirigí mi vista a Jeremy y él estaba leyendo el papel ¡ALELUYA! Alzó la vista en busca de quien escribió el papel. Alcé la mano sacudiéndola y acercándome a su asiento, volteó a mí y sacudió su mano dudoso. Vaya que este cabrón es muy tierno.

[Comentarios de todo tipo son bienvenidos. Espero lo hayan disfrutado uvu♥ ]

ButterflyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora