Si de algo siempre se habia jactado Clark era del control que tenía sobre sí y su lobo. Era fabulosa la manera en la cual podía rechazar a un alfa.
O como no se moría poe se penetrado, llenado y marcado en sus celos.
Se sentí incómodo de ver como los omegas se arrogaban a alfas con coqueteos y toques subidos de tono. No el no iba a hacer eso.
Pero todo cambió el cambió el día que su jefe le dio una oportunidad maravillosa. Tener una entrevista en vivo con el alfa más codiciado del país. El mismísimo Bruce Wayne.
Y si lo habían reclutado era porque no aprovecharía para coquetear con él.
Más si lo vieran ahora.
Ofreciendose como pan en televisión nacional.
Cosas raras salían de su boca. Coqueteos cursis y halagos alfa más pequeño que el. Un joven, mientras el ya era un adulto.
Se sentía avergonzado, pero no podía detenerse.
—Entonces... ¿Aceptaría ser mi alfa?
—Suena tentador. Dejeme pensarlo un poco.
—No lo piense demasiado, no estaré en el mercado por mucho tiempo.
Wayne sonrió mientra se mordía el dedo discretamente. El jefe de Clark ya lo iba a matar, corto la entrevista.
Clark estaba a punto de llorar. No quería perder esa oportunidad porque su estúpido omega no se sabía controlar ante un alfa experto y guapo como él.
Al parecer su joven y virgen omega si se había deslumbrado con el alfa.
Estaba por desaparecer cuando el alfa entro al camerino ofreciendole un pañuelo.
—Ese fue el mejor coqueteo que he recibido esta semana.
Clark se sobo la cara con fastidio. —Yo... lo siento mucho señor Wayne. No era mi intención y...
El joven alfa lo beso con angustia mientras le susurró.
—No sabes como tuve que contener mi instinto para no besarte ahí. Frente a la cámara.
Oh, sin dudas conocería más al joven Wayne.
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