Capitulo 34

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25 cartas.

Y si hoy por debajo de la puerta pasaba otra, serían 26.

Ahora el científico estaba en blanco, ya no sabia que hacer.

¿Deberia seguir ignorandola o debería responderle de una vez por todas?

La gran mayoría de las cartas eran reclamos de su compañera.

"¿Por que no me hablas?"

"¿Por que no puedo estar cerca de ti?"

"¿Que hice mal?"

"Abre la puerta del laboratorio"

Y en ese plazo de tiempo habían tenido dos misiones juntos fuera de la mansión, misiones que milagrosamente salieron bien tomando en cuenta que Flug mantenía su posición de no tener mucho contacto o comunicación con ella.

La chica ya estaba en las últimas, carta tras carta y seguía sin recibir respuesta.

¿Acaso su compañero la estaba odiando?

Y si era así, ¿Por que?

No entendía nada y por mas que quería solucionar las cosas no podía, su compañero no la dejaba hacerlo.

Los papeles se habían invertido y ahora de manera tan clara entendía lo mal que se sentia estar en la posición en que ella había dejado al pelirrubio cuando él intento redimirse por todas las cosas horribles que le había gritado aquella vez.

Ya fuera karma o una coincidencia, eso la hacia sentirse aun peor por que de alguna manera significaba que ella merecía esto.

Y no quería pasar por esto.

Hoy mandaría su última carta y si hoy no había respuesta, no tendría de otra, tendría que aceptar que ella ya no tendría alguien con quien al menos poder conversar dentro de la mansión.

No le iba a quedar de otra.

Tomo una hoja de papel junto con un lápiz de tinta azul que tenia cerca.

Ya si esta era la última carta que le escribiría, la haría lo mejor que pudiera.

Termino con las manos manchadas como siempre.

Era ya de noche, no se habia atrevido a escribir más temprano.

Era un poco tarde, casi las 12.

Pero, no se preocupaba, sabia que el de la bolsa estaba en el laboratorio y estaría ahí por unas horas más por que pronto se iba a hacer el catálogo de nuevos inventos de la organización en esta semana.

Asi que concluyo que era imposible que no la leyera en el momento que la arrojará por debajo de la puerta.

La dobló y salio de su habitación en dirección al laboratorio bastante desanimada.

Algo muy dentro de ella le decia que no se saldría con la suya y que se que esta vez si estaría completamente sola.

Respiro hondo y una vez estuvo de frente al laboratorio arrojo la carta por debajo de la puerta.

- No quiero merecer esto, - se dijo asi misma frustrada. - no quiero. - repitió y camino hacia su habitación. -

Probablemente se tiraría a su cama y se dormiría mientras escuchaba música a todo volumen para no escuchar nada de nadie.

Mientras el laboratorio estaba tan iluminado, el científico había pasado diseñando y fabricando varios prototipos de inventos para mostrarselos a su jefe.

Tenia a 5.0.5 a su lado dormido pacíficamente, esta acurrucado con un pequeño peluche con una manta delgada sobre él.

Lo vio y le daba paz verlo así.

Atentamente, te odio®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora