No estábamos solos, estábamos junto a varios de nuestros compañeros de clase. Hablaban de un examen, de un tema de no mucha importancia. Podían ser diez personas perfectamente con las que estábamos en ese momento pero realmente es como si hubiésemos estado solos durante unos segundos.
Mencionaron tu nombre y levanté la mirada del suelo para mirarte. Mientras el resto hablaban nosotros nos dedicamos a mirar los ojos del otro durante cinco segundos, cinco segundos que se hicieron eternos para mi. Un momento que se congeló en el tiempo y que duraría en mis recuerdos toda una eternidad y, aunque pareciese que teníamos todo el tiempo del mundo, a penas tardé unas decimas de segundo en contemplar el hermoso color de tus ojos, unos ojos que siempre había visto azules. Pude apreciar los reflejos verde esmeralda que me transmitieron la misma tranquilidad y seguridad que estar tapada con la sabana hasta la cabeza durante una noche de tormenta. Noté la química, una química que ya había sentido antes pero no de la misma forma, esto era distinto. En vez de sentirme nerviosa y ansiosa como me pasaba con él, me sentí segura, protegida. Me sentí relajada de repente como si te hubieses puesto frente a mi, me hubieses abrazado y me hubieses dicho: "no te preocupes amor, todo saldrá bien, estoy aquí para asegurarme de ello"
Ahora recuerdo aquel momento y me arrepiento de no haber mantenido la mirada durante solo un instante más.
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Relatos cortos - Mañanas conmigo misma
Short StoryRelatos cortos y reflexiones sobre situaciones y sentimientos, tanto ficticios como reales. Vuelco mis emociones sobre media página y me desahogo haciendo lo que más me gusta, escribir. En cierto modo poesía .