Los primos oscuros

33/ Quidditch

QUIDDITCH Y FIESTAS

El descanso de Yule pasó en un borrón y Morgana ahora estaba de vuelta en Hogwarts y también lo estaban los otros estudiantes.

Ahora estaba sentada en la sala común con su novia acurrucada a su lado y los dos chicos sentados frente a ellos.

"¿Cuándo vamos a empezar a hacer redadas, de nuevo?" preguntó Leo, tratando de empujar a Regulus fuera del sofá, quien sonreía mientras ponía sus piernas en el regazo de Leo.

"Cuando terminemos nuestra educación". respondió Morgana, sin apartar la mirada de Amara, que estaba casi dormida en sus brazos.

Los ojos de Regulus se iluminaron al recordar una pregunta que se había estado muriendo por hacer: "¿Estaremos siendo marcados con nuestra propia marca, como los mortífagos?"

Morgana simplemente asintió, sin dar ningún detalle, haciendo que los dos chicos gimieran simultáneamente.

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Ahora era el día del partido entre Slytherin y Ravenclaw. Morgana frunció el ceño al ver a los dementores en la cancha. Estaba preocupada por su novia, que era una cazadora.

Por mucho que le disgustara el quidditch y tuviera cosas mucho mejores que hacer, seguiría viendo el partido por el bien de su novia. "Buena suerte, amor." Besó la frente de Amara y se fue a mirar en las gradas, dejando a Amara sonriendo suavemente.

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"Lo hiciste muy bien, mi amor." felicitó Morgana mientras giraba a su novia en sus brazos.

Amara se rió, "Gracias, chérie". Dijo, sonrojándose levemente cuando su novia le dio un beso en los labios.

"Fiesta en la sala común de Slytherin por nuestra victoria, ¿venís Morgana?" preguntó Leo mientras él y su primo salían del vestuario.

Morgana estaba a punto de decir que no, pero cuando vio el adorable puchero de su novia, inmediatamente dijo: "Sí". sin siquiera pensar.

"¡Excelente!" sonrió Regulus, tirando de Leo con él, "¡Los veremos a los dos allí!"

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Morgana salió del baño y entró en su dormitorio con un sencillo traje negro con las mangas arremangadas. Sonrió al ver a su novia con un vestido, poniéndose brillo de labios junto al espejo.

"Te ves hermosa, mi amor." Morgana dijo, envolviendo sus brazos alrededor de la cintura de Amara por detrás, y poniendo su barbilla en el hombro de la chica más baja.

Amara sonrió suavemente. "Gracias, ma belle. No te ves tan mal tú misma."

Morgana sonrió y le dio a su novia unos besos en el cuello y la mandíbula, dejándola sonrojada. "Vamos, ¿sí?"

Amara asintió con la cabeza y miró con cariño mientras su novia salía de la habitación, tomándola de la mano mientras entraban a la sala común donde estaba la fiesta.

Morgana hizo una mueca al ver a los futuros señores de las casas Nobles y Antiguas tan borrachos y descuidados. "Alégrate por la noche, chérie." Dijo Amara, dándole a su novia un vaso de whisky de fuego.